La seguridad de un menor en un automóvil depende esencialmente del uso correcto del asiento protector en la parte trasera del vehículo. Sin embargo, el 60 por ciento de los conductores que utiliza estos asientos para transportar niños en Puerto Rico lo hace incorrectamente.
Ante ese panorama, y bajo el marco de la celebración del Mes del Asiento Protector, el Programa de Emergencias Médicas Pediátricas del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Residentes de Pediatría y el equipo de Bomberos de Puerto Rico orientaron a las madres y padres del área de Sala de Emergencia del Hospital Pediátrico Universitario.
“Los asientos protectores están diseñados para reducir el riesgo de expulsión durante un choque. La instalación inadecuada de un asiento protector aumenta el riesgo de movimiento excesivo del niño en el evento de un choque, incrementando así su riesgo de sufrir daños”, explicó la doctora Milagros Martín, Directora del Programa de Emergencias Médicas Pediátricas del RCM.
Un asiento de seguridad orientado hacia atrás es el mejor asiento para los bebés y niños pequeños hasta que hayan alcanzado el peso o la estatura máximos de su asiento de seguridad. Luego deben usar un asiento de seguridad orientado hacia adelante con un arnés todo el tiempo que sea posible, hasta el máximo peso o estatura permitido por el fabricante del asiento de seguridad.
Las siguientes recomendaciones les ayudarán a tomar decisiones y de mantener a sus niños seguros.