Carmen Maldonado González
Vicepresidenta del Partido Popular Democrático
Alcaldesa de Morovis
La determinación emitida ayer por el Departamento de Justicia Federal está absolutamente claro: el Estado Libre Asociado tiene que ser incluido en cualquier proceso sobre el futuro político de la Isla. Esto evidencia una vez más que los constantes ataques al ELA evidencian su fortaleza. Durante los pasados años los opositores al actual status político han tratado de crear la ilusión, mediante procesos electorales amañados, de que la mayoría de los votantes rechazan el ELA.
En cada uno de esos procesos, se evidencia que tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos, nuestro status se mantiene, aún con los golpes recibidos y con los millones de dólares en fondos desperdiciados para cabildear en contra del actual status. Como los asimilistas no han podido mover su causa ni un centímetro en la Capital Federal, a empujones provocan una consulta con una bajísima participación y ‘eligen’ activistas políticos disfrazados de cabilderos. Ya veremos como los recibirán en Washington, si es que logran acceso a las oficinas congresionales y senatoriales.
Dicha pantomima choca hoy con la clara afirmación del gobierno federal: los proyectos radicados en el Congreso sobre el estatus de la Isla, para ser genuinos, la presencia del Estado Libre Asociado “un requisito indispensable para cualquier proceso de consulta de estatus”. La administración Joe Biden obliga ahora a que cualquier de asamblea de estatus para la Isla, debe incluir al ELA y naturalmente, descarta una consulta estadidad sí o no, para conceder de inmediato la anexión a la Isla. Es hora de terminar con esa fantasía que ha pretendido engañar a quienes con honestidad creen en esa fórmula de status.
La prioridad de los puertorriqueños, y se ha evidenciado consistentemente en las consultas de opinión pública, es la economía. Y por supuesto, en cada ocasión en que los enemigos del ELA llegan a Fortaleza, hacen lo indecible por adelantar su fantasía, aún a costa del futuro económico de Puerto Rico. Muchos recordarán en sus finanzas personales lo que Pedro Rosselló en la gobernación y Romero Barceló en la comisaría residente, cabildearon para terminar con las 936, que fue una herramienta única de desarrollo, lo hicieron sin proponer nada a cambio. Los resultados los vemos hoy.
La lucha del pueblo puertorriqueño por su autonomía y desarrollo económico es un largo camino, donde el Estado Libre Asociado tiene mucho por hacer. De hecho, actualmente participamos de la mayoría de los programas federales sin caer el abismo de la estadidad. Los que defendemos al ELA hemos asumido, desde el inicio, que esta lucha es dinámica y abierta a nuevas posibilidades. Lo que no vamos a permitir es que traicionen nuestro futuro con inventos de una mítica estadidad que no tiene futuro. Recordemos que para la década del 50 Muñoz ya pensaba en el ELA del futuro, uno que se debería trabajar para atemperarlo a estos nuevos tiempos, es decir, un ELA mejorado atemperado a este nuevo siglo. Bien lo dijo Don Luis Muñoz Marín en su momento: “la fuerza está en el País”. La fuerza está en nosotros. Seguimos adelante.