Ante la rápida propagación de la enfermedad de pérdida de tejido de corales duros, lo que representa una amenaza directa para el ambiente y la economía de la Isla, el gobernador de Puerto Rico, Pedro R. Pierluisi, declaró hoy una emergencia ecológica y ordenó al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) a tomar las medidas necesarias al respecto.
Incluso, Pierluisi, en la Orden Ejecutiva (OE) 2021-66 autorizó al Comité de Supervisión de Desembolsos, creado el año pasado, a que asigne $1 millón al DRNA de la partida de $10 millones de fondos federales provenientes del Plan de Rescate Americano (ARPA, por sus siglas en inglés) que se separaron para iniciativas de conservación y recursos naturales. Además, el gobernador anunció otras medidas a favor del ambiente como un acuerdo para la conservación de los ecosistemas de la costa de la Isla y la asignación de otro millón de fondos federales para que el DRNA, en conjunto con entidades sin fines de lucro ambientales, se involucren en la siembra y mantenimiento de árboles.
“Hay que poner esta situación en el contexto de los desastres naturales que hemos tenido, la crisis económica y la pandemia. Todo esto ha impedido una respuesta adecuada para mitigar la enfermedad de la pérdida de tejido de coral duro (Stony Coral Tissue Loss Disease (SCTLD, por sus siglas en inglés) que se está propagando rápidamente. Hay que resaltar que los corales son esenciales para nuestra vida marina y garantizan un ecosistema para peces y otras especies que apoyan nuestra seguridad alimentaria”, estableció el gobernador quien durante sus años como comisionado residente radicó un proyecto para proteger los corales del blanqueamiento y aseguró fondos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) para apoyar las acciones del DRNA y organizaciones ambientales en la Isla.
“Los corales representan una protección necesaria para minimizar la vulnerabilidad de nuestras zonas costeras, que se han visto tan afectadas por el cambio climático y los huracanes. También, nuestros arrecifes de coral son parte integral de nuestro atractivo turístico, lo cual tiene implicaciones de desarrollo económico. Como ven, son muchas las implicaciones que tiene la pérdida de nuestros corales, por lo que tomar acción es necesario”, informó Pierluisi durante la conferencia de prensa en la que agradeció al catedrático de la Universidad de puerto Rico (UPR), biólogo marino y microbiólogo, Dr. Edwin Hernández Delgado por sus recomendaciones y colaboración.
Se estima que Puerto Rico cuenta con unos 2,630 km2 de fondos sumergidos llanos donde se encuentran los arrecifes de coral, praderas de hierbas marinas, fondos arenosos y otros hábitats. De esta área, 245 km2 son arrecifes de coral donde habitan más de 40 especies de corales duros. Además, los arrecifes de coral proveen protección costera frente al aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, reducen los riesgos de inundaciones y protegen la infraestructura costera.
Se desprende de la OE que la enfermedad de la pérdida de tejido de coral duro afecta al menos 22 especies de corales duros en los arrecifes y puede matar colonias de coral de cientos de años en tan solo unos meses. Además, se indica que a finales de 2019 se reportó en Culebra la enfermedad de la pérdida de tejido de coral duro la cual se propaga de este a oeste “con gran velocidad”. Que las amenazas a los arrecifes de coral han incrementado en las pasadas décadas impulsadas por varios estresores locales como son las fuentes de contaminación terrestre, prácticas insostenibles de pesca y encallamientos, así como aquellos a nivel regional y global asociados al cambio climático como el calentamiento del agua, acidificación del océano y enfermedades de coral.
Ante esto, el primer mandatario ordenó a todas las agencias que posean unidades marítimas a que junto al DRNA adiestren a los buzos que estén dentro de su matrícula con el tema de la enfermedad de pérdida de tejido de coral duro y como proveer su tratamiento. También, a apoyar las acciones del gobierno y otras organizaciones en el tratamiento de corales, identificar los recursos para apoyar los trabajos de aplicación de tratamiento (buzos, tanques de oxígeno y neveras) y proveer los recursos financieros disponibles para asistir los trabajos de los grupos de interés-voluntarios y organizaciones científicas en Puerto Rico que llevan a cabo trabajos de investigación y aplican tratamiento a los corales. De igual forma, se coordinará con voluntarios de escuelas y casas de buzos para adiestrarlos, así como integrar a los grupos de interés, organizaciones científicas, la academia e investigadores que tienen la experiencia mayor en este esfuerzo.
Sobre asignaciones presupuestarias, y por recomendación de Hernández Delgado, así como del DRNA, esta agencia podrá utilizar el millón de dólares federales asignados para gastos elegibles, conforme con las normas establecidas por el Departamento del Tesoro federal y con las guías que establezca el Comité de Supervisión de Desembolsos. Este Comité está integrado por el director ejecutivo de la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (AAFAF), Omar Marrero, el secretario del Departamento de Hacienda Francisco Parés y el director de la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP), Juan Carlos Blanco.
Como parte de las guías presupuestarias se considerarán la adquisición de materiales que permitan las actividades de tratamiento (base y antibiótico) y la compra de equipo y servicios. También, se considerará el desarrollo de un inventario actualizado de dónde se está propagando la enfermedad para priorizar el tratamiento y así aumentar el monitoreo de los corales infectados para poder implementar los tratamientos con antibióticos y restaurar arrecifes de coral con métodos de microfragmentación y cultivo de fragmentos de corales saludables.
DRNA firma acuerdo con UPR y Vida Marina para comanejo de ecosistema marino
El gobernador también anunció que el DRNA firmó un Acuerdo Colaborativo con la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Aguadilla y su organización Vida Marina para la restauración ecológica y la conservación de los ecosistemas de la costa de la Isla.
“El acuerdo que firman hoy es a 10 años de vigencia y provee para concienciar a las comunidades sobre el valor de los recursos naturales a su alrededor y promover su conservación como una extensión de la solidaridad comunitaria y ambiental”, aseveró el gobernador.
Por su parte, el secretario del DRNA, Rafael Machargo, explicó que “entre las múltiples y complejas funciones del DRNA, como implantar la política pública con relación a la conservación de los recursos naturales, como ente regulador de diversos procesos que nos adjudican diferentes leyes, y como administrador de las áreas protegidas o designadas como reserva natural -bosque o refugio de vida silvestre, que están bajo la custodia de la agencia, también podemos establecer los mecanismos necesarios que redunden en el manejo eficaz de estas áreas. Un buen ejemplo es este acuerdo colaborativo que anunciamos hoy, y así mismo lo son otros acuerdos que mantenemos con una serie de grupos ambientalistas de la sociedad civil”.
Actualmente, Vida Marina trabaja en la restauración ecológica de áreas de dunas en los municipios de Isabela, Camuy, Hatillo, Arecibo, Manatí, Dorado, San Juan, Loíza y Luquillo con fondos de tres subvenciones del programa de resiliencia costera del National Fish and Wildlife Foundation (NFWF).
“Al proteger dicha zona, protegemos a los embalses de sedimentación proveniente de escorrentías, protegiendo así nuestro recurso agua. De igual forma, evitaremos la desembocadura de mayor sedimentación en nuestras costas, así protegiendo y preservando los arrecifes de coral y el ecosistema submarino que le rodea”, sostuvo el gobernador quien añadió que se adquirirá semillas y equipos para el Vivero Forestal Cambalache en Arecibo, y que este vivero tendrá la capacidad de producir hasta 250 mil árboles anualmente.
Tanto la Orden Ejecutiva como los acuerdos colaborativos firmados por el DRNA y el plan de reforestación de las cuencas hidrográficas son parte de las gestiones realizadas por la administración a favor de los recursos naturales. En marzo pasado se anunció que se restablecieron las siete reservas naturales y agrícolas que anteriormente fueron eliminadas y que conforman 7,420 cuerdas de terreno, sobre 10 mil cuerdas de componente marino y 17,300 cuerdas de reserva agrícola.