La genialidad de Agustín Stahl pervive los tiempos. Más allá de su profesión de galeno era un artista amante de la flora y la fauna. Fue así como conjugó sus múltiples talentos para legar una obra científica y artística a través de las generaciones. Se trata de una serie de acuarelas que muestra, con gran precisión, distintos especímenes que recolectaba mientras visitaba a sus pacientes en sus casas.
El Museo del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), conocido como MUSA, es el custodio principal de su obra que cuenta con unas 583 acuarelas que llegaron a la institución en 1976, como una donación del doctor José A. Nolla. Por esa razón, el recinto mayagüezano de la Universidad de Puerto Rico (UPR), se une hoy a la conmemoración del natalicio del científico botánico, nacido en Aguadilla el 21 de enero de 1842.
“En el Colegio de Mayagüez, nos sentimos más que privilegiados de ser los albaceas de la colección más grande de acuarelas del doctor Agustín Stahl, quien fue considerado como el primer científico puertorriqueño. Además, se destacó por su pasión por el arte y combinó ambas pasiones -la ciencia y el arte- para legarnos, hoy, este trabajo valiosísimo, tanto por atención al detalle que podemos observar en sus obras, que representa la parte didáctica, como la belleza de las mismas, ya en su dimensión artística”, indicó el doctor Agustín Rullán Toro, rector del RUM.
Por su parte, la doctora Zorali De Feria Álvarez, directora de MUSA, reflexionó sobre la relevancia de que un Museo de una institución educativa, que cuenta con un Colegio de Ciencias Agrícolas, sea custodio de tan importante trabajo.
“Hacia finales del siglo XIX, la ilustración era de gran importancia para la documentación científica, ya que la fotografía no resultaba tan accesible o práctica como lo es hoy día. El doctor Stahl aprovechaba las visitas a sus pacientes para recoger especímenes en su camino para luego durante las noches, a la luz de las velas, elaborar dibujos y acuarelas de estos. Estas ilustraciones se destacan por su precisión, así como por su calidad artística. Lo interesante es el gran valor de su trabajo en el que unió su pasión hacia el arte con su conocimiento científico dejándonos un legado incalculable con mucha vigencia, aunque hayan transcurrido 103 años de su deceso”, indicó De Feria Álvarez.
De hecho, desde su fundación en 2016, MUSA ha celebrado dos exposiciones dedicadas a la obra de Stahl. La primera, Orquídeas y otras flores (2016), curada por las profesoras Sally González Miranda, catedrática de Ciencias Agrícolas y especialista en forestación urbana y paisajismo; y Jeanine Vélez Gavilán, asociada de investigación y curadora del Herbario MAPR, del Departamento de Biología.
Mientras, la exposición Palmas, cactus y comestibles (2018), también curada por las profesoras González Miranda y Vélez Gavilán, fue la segunda muestra sobre el científico. En esa ocasión, la exposición se complementó con otras dependencias de la Universidad como lo son el Herbario MAPR del Departamento de Biología-RUM, que recreó lo que fue el entorno de Stahl e ilustró la importancia de la preservación de nuestra flora, y el Colegio de Ciencias Agrícolas que también da a conocer los esfuerzos del RUM en el desarrollo de agroindustrias. La muestra estuvo complementada por las fotografías del biólogo Omar Monsegur, quien logró capturar la belleza de la botánica puertorriqueña a través del lente, reforzando la calidad del trabajo ilustrativo y preciso siempre presente en el legado de Stahl.