Empleados del Centro Médico relataran sus experiencias laborales en medio del repunte por COVID-19
Una vez más la Unión General de Trabajadores (UGT) hizo un llamado al Gobierno de Puerto Rico para que atienda las necesidades y requerimientos del personal de salud que labora en los hospitales y otras facilidades donde se prestan servicios a la ciudadanía y que reiteradamente ha señalado que se encuentran extenuados ante el repunte casos positivos que ha experimentado nuestro frágil sistema de salud. Así lo señaló nuevamente el presidente de la UGT, Gerson L. Guzmán López, esta vez rodeado de un grupo representativo de trabajadores de las distintas facilidades hospitalarias del Centro Médico de Puerto Rico quienes narraron sus experiencias laborales en medio del repunte de casos de COVID-19.
“Hoy el nivel de positividad se encuentra en un 29%, cuando se ha establecido el 3% como la tasa de positividad tolerable. Esto crea una incertidumbre ante el potencial de aumento de nuevos casos en un futuro, haciendo necesario que las autoridades gubernamentales y a la Junta de Control Fiscal aceleren la atención que es necesaria poner en vigor para procurar los recursos que son necesarios para reclutar, retener y dar un respiro a un personal de salud que da muestras de su agotamiento físico y mental ante la carga de trabajo que ha venido experimentando desde el inicio de la pandemia.”, expresó.
El líder sindical también hizo un llamado a los ciudadanos para que extreme sus medidas de seguridad para evitar, en todo cuanto sea posible, llegar al 50% de contagios. Esta es la cifra que los expertos han pronosticado que se alcanzará a nivel global con la variante ómicron.
“En la medida en que nuestro pueblo continúe vacunándose, aplicándose la tercera dosis y cumpliendo con las medidas de seguridad, serán menos los casos que lleguen hasta los hospitales, lo que contribuirá, no tan solo a aliviar la carga de los trabajadores de la salud, sino a evitar el posible colapso del sistema de salud del país”, puntualizó.
Por su parte, varios de los trabajadores de la salud expresaron sus experiencias laborales, cómo las han enfrentado y lo que piden al Gobierno para garantizar la continuidad en la prestación de los servicios médico-hospitalarios y aliviar su dura realidad ocupacional.
José Rodríguez Canales, enfermero de trauma, destacó lo que ha significado para su vida familiar los turnos de 12 horas y la cancelación de sus vacaciones. “Nuestra vida familiar ha sido casi cero en los pasados meses. No se trata solamente de la intensidad del trabajo, ni siquiera de las medidas extremas que hay que tomar aquí en el hospital. Camino a la casa también nos llevamos la preocupación de nunca tener la total certeza de que no habremos de llevar el virus con nosotros a la casa y a nuestros seres queridos. El descanso total es imposible pues las tareas hogareñas siempre hay que asumirlas.”
Del mismo modo, Arturo Caraballo, quien trabaja en Emergencias Médicas y es delegado general del Cuerpo de Emergencias Médicas, relató lo difícil que es asumir un diagnóstico de COVID de un compañero o compañera de labores y el vacío que crea la ausencia de ese personal y de aquel que, por haber estado en contacto directo con la persona afectada deberá permanecer en cuarentena.
“¿Cómo te motivas para volver al trabajo, al mismo lugar donde te contagiaste, a trabajar turnos de 12 horas y a veces sin los días de descanso que ahora te son más necesarios, luego de haber dado negativo al COVID? Solamente el compromiso de servir y reconocer que aliviarás la carga a tus compañeros te da fuerzas para seguir”, relató Wanda Benítez, empleada y delegada del Hospital Universitario de Adultos
“Siento coraje cuando escucho hablar a los directores de los hospitales y a los funcionarios de que hay camas suficientes, respiradores disponibles, facilidades y equipos médicos para recibir hasta mil pacientes a la vez. ¿Por qué nunca hablan del personal que hace falta, de los turnos de 12, 16 y hasta 18 horas, de las dificultades para tener el personal mínimo para atender, no tan solo a los pacientes de COVID, sino a los que tienen otras condiciones de salud que demandan igual o mayor atención de nosotras? El colapso del sistema no es, necesariamente, por las carencias materiales, es por la falta de personal. ¿Somos invisibles? ¿Nos tenemos que comportar como robots?”, cuestionó molesta Ada Quiñones delegada general de UGT de ASEM.
El presidente de la UGT, quien desarrollaba una actividad dirigida a motivar el personal unionado que labora en Centro Médico, reiteró su llamado al Gobernador “para que se declare la salud como un servicio esencial y se busquen los recursos para llenar los cientos de plazas que están vacantes, tanto en la empresa privada como en el sector público, y se compense adecuadamente a este personal”.