Estamos complacidos con la determinación del Tribunal Supremo de Puerto Rico que, al denegar el recurso presentado por los recurrentes, avaló nuevamente la vacunación compulsoria para estudiantes y empleados públicos.
La vacuna contra el COVID-19 es la herramienta más segura y eficaz para protegernos del SARS-CoV-2. Así ha quedado demostrado con la disminución de los casos y las muertes.
No claudicaremos en nuestro deber de salvaguardar la vida contra las enfermedades que interfieran con el desarrollo de las capacidades físicas e intelectuales de todos los ciudadanos.