El actual portavoz del Partido Nuevo Progresista (PNP) en la Comisión de Hacienda de la Legislatura Municipal de Quebradillas, Yamil Liceaga, está empeñado en rescatar a la ciudad pirata para el dominio de su colectividad por lo que anunció su intención de aspirar a la Presidencia del Comité Municipal como paso previo a convertirse en alcalde.
Liceaga tiene claras sus prioridades y la principal es rescatar un espíritu de victoria entre las huestes estadistas que no saborean un triunfo en la alcaldía desde hace 20 años.
Precisamente esa es una de las razones por la que decide aspirar, al ver que líderes derrotados y sin compromiso de lucha, pretenden seguir ocupando las posiciones de liderazgo sin ofrecerles expectativas de futuro a su pueblo.
Para el fogoso legislador la tarea no le es extraña. Desde muy temprano en su incursión en las lides políticas, ha tenido que enfrentar todos los escollos que le suponen a la juventud así como demostrar su talento, experiencia y capacidad.
Siendo legislador ya ha destapado varios escándalos en la Administración Municipal de Quebradillas dominada desde hace dos décadas por el alcalde popular Heriberto Vélez.
Además, su consecuente historial legislativo lo presenta como un ardiente defensor del policía y empleado municipal, como un líder comunitario comprobado.
Liceaga suma su voz a toda iniciativa productiva para la ciudadanía sin reparar en conflictos ideológicos. Pero no calla cuando hay que denunciar una injusticia, un atropello o un acto de corrupción.
Esa es una de las fortalezas de su carácter, pues no vacila en anticipar que ganará la contienda sobre los posibles otros aspirantes que pretenden seguir ocupando las posiciones, para acceder posteriormente a cargos claves en beneficio propio.
“Yo vengo a trabajar y he estado con nuestra gente en las buenas y en las malas. Mi lucha siempre es el progreso de nuestra ciudad y de nuestras comunidades y nunca he necesitado una posición para trabajar sin reservas. Ese es mi estilo”, pronunció Liceaga.
Su trayectoria lo presenta como un tenaz luchador de base, alcanzando posiciones por su esfuerzo y mérito propio, como por el tesón en su desempeño.
Fue también asesor legislativo en la Cámara de Representantes, coordinador de estrategias de desarrollo comunitario, como líder deportista y comunitario.
“No ha habido una posición en que mi meta no fuera servir a mi gente. Acepto este reto porque vengo a servir y no a lucrarme del esfuerzo de otros”, sostuvo.
El liderato local ve también su temple para armonizar y reunificar a un partido, que le ha faltado el ímpetu y la motivación para agenciarse el triunfo electoral.