Ada Álvarez Conde / Activista por los derechos de la mujer, fundadora de la ONG Alto al Silencio.
A todos los amables lectores de este medio, los invito a leer y recordar los nombres de estos representantes. José Aponte Hernández, Ángel Bulerín Ramos, Wanda Del Valle, José ‘Memo’ González, Yashira Lebrón, Carlos ‘Johnny’ Méndez, Er Yazzer Morales, Juan Oscar Morales, Ángel Morey, Jorge Navarro, Víctor Parés, Ángel Peña, José ‘Che’ Pérez, Gabriel Rodríguez Aguiló, Wilson Román, Luis Pérez Ortiz y José ‘Pichy’ Torres Zamora.
Todos ellos cometieron ayer uno de los actos más reprochables de machismo y mezquindad al votar en contra de una medida legislativa para que la sede la sede de la Oficina de la Procuradora de las Mujeres (OPM) lleve nombre de la fenecida abogada y activista María Dolores ‘Tati’ Fernós López-Cepero. La Resolución de la Cámara 291, de la autoría de la presidente de la Cámara, Rafael ‘Tatito’ Hernández, y de la representante por Mayagüez, Jocelyne Rodríguez, fue presentada en el pleno cameral, destacándose que Fernós fue la primera procuradora de las Mujeres y estuvo frente al organismo por seis años y medio, del 2001 al 2007.
El cargo fue creado durante la incumbencia de la exgobernadora Sila María Calderón, sustituyendo la Oficina de Asuntos de la Mujer. Al momento en que escribo estas líneas, ninguno de los que votaron en contra, entre ellos dos mujeres, han ofrecido las razones de su voto en contra. Esperemos que esta negativa no haya sido en represalia porque Tati Fernós era una orgullosa independentista, feminista militante toda su vida, académica de primer orden, y abogada de las causas justas. Quienes conocimos la labor de la Oficina de la Procuradora de las Mujeres bajo la dirección de Tati Fernós, recordamos que fueron muchos los logros alcanzados, como convertir en un delito grave la violación de una orden de protección, la prohibición de despido por razón de violencia doméstica, así como la aprobación de una licencia de maternidad de doce semanas para las servidoras públicas.
Bajo su efectiva dirección, se desarrollaron las salas especializadas en los tribunales para atender a las sobrevivientes de violencia de género. También se implementaron los protocolos para que las autoridades pudieran atender de forma efectiva los casos, así como el programa de vivienda transitoria, y programas de desarrollo económico para las mujeres. Esos son los logros que las mujeres recordamos, celebramos y defendemos.