(OPINION] Acción ante el desastre de LUMA

“El gobernador Pedro Pierluisi y los portavoces de su administración han asumido el rol patético de comportarse como los gobernantes de la década del ‘30…”

Para la década del 1930, el ingeniero Antonio Lucchetti dirigía la utilización de Fuentes Fluviales. En esa época, la energía eléctrica la proveían entidades privadas. El ingeniero Lucchetti se empeñó en que esa utilización de energía fuera administrada por una corporación pública para poder emitir bonos e independizarla del Gobierno y de manos privadas. Los gobernadores americanos de entonces se opusieron, pues los intereses privados ejercían su poder económico para evitarlo.

Años más tarde, bajo la gobernación de Rexford Tugwell, el Gobierno se enfrentó a los intereses privados en los tribunales. Fue prevaleciendo caso por caso y se instituyó la Autoridad de Fuentes Fluviales, ahora conocida como la Autoridad de Energía Eléctrica.

Hoy, la historia se repite. El sistema de distribución y mantenimiento está en manos de una empresa privada, LUMA, que se opone a que siquiera se examine su contrato. Esa empresa, actualmente, opera con un contrato suplementario que vence en noviembre, pero aspira a un contrato por 15 años a cambio de $10,000 millones.

El gobernador Pedro Pierluisi y los portavoces de su administración han asumido el rol patético de comportarse como los gobernantes de la década del ‘30, los que preferían responder a los intereses privados más que al bien común.

Bajo el contrato suplementario, LUMA ha demostrado incapacidad administrativa, falta de ejecución adecuada, ausencia de empatía ante el pueblo afectado por los apagones y los abusivos aumentos tarifarios, resistencia a la transparencia y prepotencia en su expresión pública. Esa actitud de la empresa se debe a dos causas principales.

Una causa es la actitud de la administración del PNP, encabezada por Pierluisi, de servirles de abogados de defensa ante las críticas por el mal manejo energético. La otra causa ha sido la absoluta falta de supervisión y fiscalización en el cumplimiento de las obligaciones de LUMA. Esto se había anticipado. En lugar de tratar el acceso a la energía eléctrica como un derecho humano, ya que incide en el desarrollo económico, la salud, la educación y la calidad de vida, se abrió paso a la privatización festinada. LUMA es una empresa que tiene ánimo de lucro, no tiene compromiso con el bienestar del pueblo.

Quienes impulsaron la privatización, el PPD y el PNP, son los mismos que colocaron en precario a la AEE al politizarla y utilizar su presupuesto como una cuenta bancaria partidista. La desmantelaron por años, dejando de suplir materiales, equipo, postes, transformadores y eliminando brigadas de mantenimiento para que no se hiciese el trabajo, causando malestar en la ciudadanía y justificar la privatización. Hoy nos encontramos con el peor servicio energético que ha tenido Puerto Rico en la época moderna. La pregunta es, ¿qué hacer?

Primero, se debe rescindir el contrato de LUMA por incumplimiento craso o por lo menos anunciar que no se renovará una vez venza en noviembre. Segundo, comenzar un proceso de reestructuración de la administración del sistema eléctrico.

No se puede volver al modelo anterior de la AEE. Se debe crear un ente administrador aparte del gobierno y cuya composición sea con representantes de distintos sectores de interés. Por ejemplo, una junta de gobierno compuesta del sector de residencias, los pequeños y medianos comerciantes, del sector empresarial, el sector educativo, el sector gubernamental, economistas y personas conocedoras del tema energético. Todos con igual representación.

Tercero, se debe reincorporar a la AEE los empleados que fueron reubicados en otras agencias y aprovechar su conocimiento y experiencia para fortalecer el servicio. Cuarto, el proceso de reclutamiento debe ser por mérito y peritaje, no por consideraciones partidistas. Quinto, adoptar urgentemente la transición al uso de energía renovable. Sexto, debe designarse un auditor que supervise con recursos y manera rigurosa las acciones del ente que administre el servicio energético con absoluta transparencia.

Hay personas con conocimiento en el tema energético que han hecho diversas propuestas y presentado alternativas ante el incumplimiento de LUMA. Los responsables de dar paso a esas propuestas -el PPD en el Senado y la Cámara, y el PNP en la gobernación y comisaría residente-, han decidido ignorarlas.

El Gobierno no solo ha sido incapaz de enfrentar el abuso de LUMA, sino que además ha sido cómplice. Por eso, el pueblo se ha convocado para hoy a las 5:00 p.m. en la Calle Resistencia frente a Fortaleza. Cuando el Gobierno falla a su responsabilidad, el pueblo se tiene que dar a respetar.