Rescatemos el Espíritu Democrático del PPD

Carmen I. Maldonado González, Vicepresidenta del Partido Popular Democrático, alcaldesa de Morovis.

Cuando en el pasado cuatrienio el Partido Nuevo Progresista enmendó el Código Electoral, quedó claro que su único afán era controlar el proceso eleccionario para adelantar su agenda proselitista.

Entonces, todo el liderato político y cívico fuera de esa colectividad criticamos esa acción y la catalogamos como un ejercicio burdo de poder, al tiempo que advertimos lo peligroso que resulta para nuestra democracia cambiar las reglas de juego en el ordenamiento electoral de golpe y porrazo, sobre todo en la víspera de unas elecciones generales.

En consecuencia, tal y como experimentamos en los comicios de noviembre de 2020, el clima de transparencia y pulcritud que se espera de un evento electoral, y al cual estábamos acostumbrados en Puerto Rico, quedó mancillado.

Ahora, como si aquella fatídica experiencia se hubiera borrado de nuestra memoria, dentro de nuestro Partido Popular Democrático se ha iniciado un proceso muy similar al que condujo el PNP con el Código Electoral, pero en este caso con nuestro propio reglamento institucional.

Resulta necesario comprender que imponer enmiendas al reglamento del PPD a última hora, pone en entredicho la confianza que el pueblo puertorriqueño habría de depositar en nuestra colectividad para las próximas elecciones generales. La sombra que esto levanta, contrasta con aquellas propuestas de inclusión que también hemos de considerar y que fueron el fruto de las recomendaciones que se plantearon en las vistas públicas realizadas.

Por experiencia sabemos que cuando hay un proceso electoral encaminado, y aprobado conforme a un reglamento vigente, es detrimental para cualquier institución cambiar las reglas a último minuto. Por el contrario, se espera que una colectividad política de tradición democrática, como es nuestro partido, tenga siempre presente su deber de cumplir con los estatutos reglamentarios que rigen la colectividad.

El pueblo popular quiere abrir las puertas de nuestro partido a más grupos sectoriales, representativos de nuestra diversidad social. Esto es una aspiración digna de los postulados que hemos defendido siempre. Asimismo, proponer cambios en la dirección del Partido Popular Democrático, como se pretende con la eliminación de la presidencia y sus dos vicepresidencias, electas por el voto popular, y con la modificación de un secretario general a la figura de un administrador, es una mala movida que habrá de negarle a los populares su derecho democrático a aspirar a una candidatura electa mientras ocupan una posición de liderato dentro de nuestro partido.

Pero lo más preocupante de todo el debate que ha generado la enmienda de último minuto, es la forma en que han conducido esta discusión, pasando por alto la urgente necesidad que tiene nuestro pueblo de generar confianza en las instituciones partidistas.

La gran pregunta en este debate que todos los populares debemos hacernos es: ¿porque existe el Partido Popular Democrático? Cuando hablo con la gente expresan indignación, un liderato en luchas personalistas y un liderato legislativo alejado de la realidad de la gente. Comparto la preocupación de nuestra gente en la base, es tiempo de recuperar el camino de unidad y esperanza.

Por eso, debemos seguir expresando nuestro desacuerdo con este intento de quitarle al pueblo su propio partido y a todo el pueblo popular corresponde a hacer lo mismo. Defendamos la democracia… ¡devolvamos el PPD al pueblo y con ello la esperanza a Puerto Rico!