La angustia que viven miles de conductores de Naranjito, Barranquitas, Comerío y otros municipios por el cierre del Puente Atirantado Jesús Izcoa Moure esta pasada semana, ha sido en vano, ya que el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP) aún no ha iniciado las labores de reparación. En la zona ni siquiera hay equipo o materiales para iniciar labores.
“¿Entonces para qué la prisa en cerrarlo? Cualquier persona razonablemente puede pensar que ese proyecto era para haberlo comenzado y trabajarlo mañana, tarde, noche y fines de semana”, cuestionó el líder comunitario y agricultor naranjiteño Joel R. Chevres Santiago, quien además preside el Comité Municipal del Partido Popular Democrático (PPD) en dicho municipio.
“Como líder político naranjiteño, a propósito me he abstenido en los pasados días de hacer reclamos públicos para que la administración de turno tuviera el espacio para manejar la situación. Ese tapón todos los días, la pérdida de tiempo y combustible, está causado estragos en nuestra gente trabajadora”, aseguró Chevres Santiago.
Incluso, el líder cívico señaló que el actual gobierno “definitivamente no piensa más allá de la zona metro. El resto del país no tiene prioridad. Cualquiera sabe que si la situación fuera en la Avenida Roosevelt de Hato Rey o la Baldorioty en Carolina, la situación hubiera sido distinta”.
Chevres solicitó al gobernador Pierluisi que no de limite a decirle a la prensa que el proyecto hay que acelerarlo, “cualquier administrador público debió pedir un informe detallado del proyecto, porque esto incide en el desarrollo económico y la vida social, de salud y educación”, finalizó.