El Salón de Asambleas de los Testigos de Jehová Caguas reanudó recientemente operaciones cuando más de 1,000 personas asistieron a la primera serie de conferencias religiosas presenciales celebradas allí después de casi tres años, provocando la reactivación de la actividad económica en la comunidad.
Carlos Ortiz, propietario de Pizzeria Delivery en la PR-798, describió el impacto de la reapertura de las instalaciones tras los numerosos contratiempos relacionados con el COVID-19. “Después de la pandemia y del huracán [Fiona], la gente dejó de venir”, dijo Ortiz. “Estoy convencido de que la reanudación de estos eventos va a levantar el negocio”.
“Planificamos celebrar 35 eventos durante el 2023 en nuestros salones de asambleas, uno localizado en el Barrio Guasábara, en Caguas, y el otro en el Barrio Arenas, en Guánica”, dijo Edwin Rodríguez, portavoz local de los testigos de Jehová. “Anticipamos que tendremos una asistencia combinada aproximadamente de más de 1,000 personas en ambas localizaciones”.
“Tener que cerrar nuestros locales de reunión durante la pandemia fue una decisión difícil”, dijo Robert Hendriks, portavoz de los testigos de Jehová en Estados Unidos. “La decisión de hacer la transición a eventos virtuales mediante videoconferencia durante la pandemia fue acertada para mantener la salud y el bienestar de la comunidad. Pero estamos emocionados de poder celebrar nuevamente eventos más grandes, en persona, ahora que es razonablemente seguro hacerlo”.
Los testigos de Jehová de la localidad también están deseando regresar a reunirse en su Salón de Asambleas. “¡Me siento muy emocionada! ¡Por fin volvemos a vernos cara a cara y sin distracciones! Esas fueron mis primeras reacciones cuando me enteré de que volvíamos a reunirnos en el Salón de Asambleas”, dijo la cagüeña Yarelis Pagán, que ha asistido a estos eventos durante años junto a sus hijos. “Disfruto mucho del estímulo que recibimos cuando vamos a la asamblea”. Su hijo de 14 años dice: “Estar con los amigos que hace tanto tiempo no veo es una de las cosas que me gusta más. Es divertido ponerse al día con ellos y saber cómo les ha ido”.
La construcción del complejo de Caguas, de 20,000 pies cuadrados, fue una obra de amor realizada por cientos de voluntarios no remunerados que viajaron a través del país para terminar el edificio en 1976.
“Durante muchos años, trabajé en la construcción y en los proyectos de paisajismo del Salón de Asambleas de Caguas”, dijo Felix León —de 80 años—, quien fue miembro del Comité de Salón de Asambleas en los años ochenta. “Estoy encantado de poder regresar allí”.
“Trabajé en la zona de construcción excavando la tierra con las manos, porque en esa época no se conseguía equipo tan fácilmente como ahora”, dijo el cagüeño Jaime Nogueras, que también fue miembro del Comité de Salón de Asambleas. “Los sentimientos que tengo en cuanto a volver al salón de asambleas son difíciles de explicar. Es como si fuera a recibir a un ser amado, alguien que no he visto en mucho tiempo”.
El salón de asambleas en Caguas tiene capacidad para acomodar a un máximo de hasta 1,427 personas. Cuenta con un museo que exhibe fotos y documentación sobre los inicios de la obra ministerial de los testigos de Jehová desde los años cincuenta; jardines con rosas del desierto, trinitarias y palmeras; un mural del futuro paraíso en la tierra; piscina para el bautismo; áreas para comer, y las facilidades son accesibles para los que tienen alguna discapacidad funcional. La denominación cristiana opera al momento unos 45 salones de asambleas a través de los Estados Unidos, incluyendo los dos de Puerto Rico.