Anteriormente, las mujeres sólo podían asistir al órgano consultivo papal, conocido como sínodos, en calidad de observadoras, pero no tenían derecho a voto.
En un paso histórico, el Papa Francisco anunció este miércoles que las mujeres podrán votar por primera vez en la asamblea mundial de obispos que se celebrará en octubre, en un esfuerzo por darles mayores responsabilidades en la toma de decisiones en la Iglesia Católica.
Anteriormente, a las mujeres sólo se les permitía asistir al órgano consultivo papal, conocido como sínodos, en calidad de observadoras, pero no tenían derecho a voto. Las nuevas normas permiten votar a cinco religiosas.
El Papa también anunció que incluiría a “70 miembros no obispos que representan a diversas agrupaciones de fieles del pueblo de Dios” en los sínodos, a los que suelen asistir 300 personas.
Los miembros no obispos, entre los que se encuentran sacerdotes, hermanas religiosas, diáconos y católicos en general, serán elegidos personalmente por el Papa a partir de una lista de 140 personas recomendadas por las conferencias episcopales nacionales. El Vaticano pidió que el 50% de los miembros fueran mujeres.
“Es un cambio importante, no una revolución”, expresó el cardenal Jean-Claude Hollerich, uno de los principales organizadores del Sínodo.
Las nuevas normas, que suponen un cambio significativo para la Iglesia Católica romana, siguen a otras reformas adoptadas por el papa Francisco el año pasado para incluir a más mujeres en las decisiones vaticanas.
En primer lugar, el pontífice introdujo una reforma que permite a cualquier católico laico bautizado dirigir departamentos del Vaticano.
En segundo lugar, nombró a tres mujeres para un comité tradicionalmente masculino que le asesora en la selección de obispos en todo el mundo.
En 2021, Francisco nombró a la hermana Raffaella Petrini número dos de la Ciudad del Vaticano y a la monja italiana Alessandra Smerilli número dos de la oficina de desarrollo del Vaticano. También nombró a Nathalie Becquart, una hermana misionera de Xaviere, para el cargo de co-subsecretaria del departamento vaticano que prepara los sínodos.
