Un equipo de científicos de la Universidad Northwestern, en Illinois, lograron un hito histórico al abrir la barrera hematoencefálica para que la quimioterapia más potente penetre el cerebro y así poder tratar los glioblastomas, un tumor maligno que afecta al cerebro o la columna vertebral.
El artículo publicado en la revista especializada The Lancet Oncology dice que los principales obstáculos para tratar el tumor mortal había sido que la quimioterapia potente no podía atravesar la barrera hematoencefálica, una estructura que impide la entrada de bacterias y otras sustancias como muchos de los medicamentos contra el cáncer.
Se implementó un aparato de ultrasonidos en los pacientes que usa microburbujas para abrir la barrera hematoencefálica y atravesar partes delicadas del cerebro y, de este modo, lograr que penetre la quimioterapia administrada vía intravenosa.
Los científicos de la facultad de Medicina de Northwestern llevaron a cabo el proceso en tan solo cuatro minutos con los pacientes despiertos, que fueron dados de alta en tan solo unas horas, luego de descubrir que de 30 a 60 minutos la barrera hematoencefálica volvía a cerrarse. Los resultados arrojaron un “tratamiento seguro” y “bien tolerado”.
El ensayo permitió que los enfermos con glioblastomas recibieran concentraciones de quimioterapias de cuatro a seis veces superiores en sus cerebros. El aumento se dio tras el uso de medicamentos como paclitaxel y carboplatino, que no suelen usarse en este tipo de pacientes por sus dificultades para atravesar la barrera hematoencefálica.
El medicamento usado en el ensayo tiene “efectos débiles” y es considerado “un avance potencialmente enorme para los pacientes de glioblastoma”, según Adam Sonabend, investigador principal y profesor de la escuela de Medicina Feinberg de la citada Universidad Northwestern.
“Aunque nos hemos centrado en el cáncer cerebral, esto abre la puerta a investigar nuevos tratamientos con fármacos para millones de pacientes que sufren de enfermedades cerebrales”, dijo Sonabend.