Guaynabo Mets no respeta ni se intimida en cancha foránea; anoche no fue la excepción. Plantaron bandera en la Casa de Petaca y junto a su grey avasallaron el recinto, decididos a ganar, a robarse un juego como huésped. Y de inmediato, con una clavada de Demarcus Cousins a los 36 segundos del salto inicial, comenzaron a descarapelar el tabloncillo de Arecibo. El triunfo de 93-77 coloca al equipo con Fiebre Amarilla en alta temperatura, urgencia de medicamentos, sueros y vitaminas para energizarse y encarar el 0-2 de la serie.
¿Excusas? Ninguna. En los primeros dos cotejos, Guaynabo es el equipo controlador. Las directrices del Coach del Año, Omar González, se han consumado al dedillo. Todo se resume a la defensa grupal, a esa constante del básquetbol que requiere entrega y esfuerzo, y que a la postre es génesis de contrataque y puntos, tanto así que ayer los Mets nunca estuvieron en desventaja.
Un 8-0 a favor al comienzo, 50% en tiros de campo y un errático Capitanes con 11 lances fallidos en ristra, abrió la puerta al blitzkrieg metropolitano. Uno de esos juegos de un solo bando donde el opositor trata y persiste pero nada sale como proyectado. La batalla por defender el Fuerte Manuel Iguina Reyes no tuvo éxito…
Queda tiempo -limitado- y también mucho deseo entre los jugadores; claro que sí. Hay esperanza, a pesar de la innegable situación. Sin embargo, el momento requiere más que palabras y frases de motivación. Se trata de ejecución, asertividad en cancha, carácter y enfoque; de dominio de las emociones y jugar centrados como sí el partido sabatino fuera el último del campeonato. Caer en un 0-3 lo haría más difícil.
Juan Cardona está consciente de cuánto significa el tercer choque de la serie ante los Mets de Guaynabo. Un juego de sí o sí; no hay mañana.
Juan Cardona, jefe entrenador de la nave arecibeña, está consciente de cuánto significa ese tercer capítulo dada las circunstancias. No hay que ser experto para deducir la perspectiva de los Capitanes.
“Ellos han tenido dos mejores juegos que nosotros. Es cuestión de revertir eso. Comoquiera tenemos que ir y ganar uno en Guaynabo para entonces mover la serie acá y empatarla el lunes”, expresó Cardona.
“Este es un equipo (Arecibo) que por muchos años la ofensiva ha dictado la defensa y usualmente es a la inversa. Y debes -como entrenador- conocer la ideología de cada grupo, pero seguimos con el mensaje. La mentalidad es de sí o sí. Robarnos un juego allá para empatar acá”.
No es la primera vez que Capitanes atraviesa por un camino árido. La espina dorsal del colectivo -Walter Hodge, David Huertas, Víctor Liz, Denis Clemente, Chinemelu Elonu y otros- han superado crisis análogas en idéntico uniforme.
“Si eres el tipo que vas a estar con ellos cuando la serie esté 4-0, tienes que ser el mismo cuando las cosas no salen bien y estés 0-2. Aquí no hay fracaso, hay crecimiento de todos”.
“Yo sé que ellos están peleando. El que ve a Arecibo practicar y trabajar sabe que están tratando. Simplemente las cosas no se nos han dado. Ha sido ese tipo de año, de ‘ups and downs’ (altibajos)”, sentenció Cardona.
Los Mets han ganado convincentemente el segmento de apertura: 25-15 y 25-11. Dos juegos de ‘catch up’ tortuosos para Arecibo. El 37% en intentos al canasto contra una defensa de músculo y estatura como la de Guaynabo, ilustra el porqué de la derrota de ayer.
“Tuvimos tiros abiertos y no entraron. Ninguno tira a fallar y no se dio; es cuestión de seguir haciendo los ajustes. Por lo menos, yo no sé quitarme”.
Mientras, Omar González apreció el esfuerzo de su quinteto para evitar el control ofensivo de los Capitanes.
“El lado defensivo de Guaynabo es bastante bueno y hemos subido el nivel en la serie. Nos ha ayudado mucho para contener a Arecibo”, acotó el otrora dirigente nacional de féminas.
“Los buenos equipos aprecian las posesiones y no dejan todo para el último parcial o los cinco minutos finales. Desde que la bola va al aire, hay que jugar fuerte”.
Según González, la ventaja de 2-0 en los Mets no es garantía de un futuro pase a semifinales. Es cuestión de mantener vigente lo que ha dado resultado y hacer ligeros cambios. La serie no ha acabado.
“Respeto todos equipos y más a ellos que tienen jugadores que han estado en escenarios grandes. Uno coge los juegos día a día. Todos son importantes por diferentes razones. Tengo que ganar dos juegos más. Hay que estar saludables, enfocados y repetir la hazaña de los primeros dos partidos”, dijo.
Un interesante careo surgió entre Renaldo Balkman y Chinemelu Elonue y ambos se ganaron una falta técnica. Foto Paola Janice
En 2021, Capitanes y Mets disputaron la Final y Arecibo resultó campeón. Allí hubo rencillas y discusiones entre jugadores activos hoy. Posiblemente aún perdura la riña entre algunos y anoche hubo varios choques, encontronazos, habladurías y faltas técnicas.
Fue notable el careo entre Renaldo Balkman y Chinemelu Elonu a los 4:57 del segundo parcial. Los dos gigantes le dieron un pique al partido, aunque no hubo golpes ni expulsiones. Los árbitros tomaron control en el acto y sancionaron con técnicas a ambos canasteros.
“Esas cosas no me gustan, pero pasan. Soy amante del juego. Pienso que ambos equipos, árbitros y todos, tenemos que buscar la manera de controlarnos. Nosotros los entrenadores jugamos un papel bien importante para que los equipos no caigan en esas cosas”, dijo González.
Finalmente, cada adiestrador evaluó el ingreso de Elonu, que ayer capturó 13 rebotes y aportó cuatro puntos en 20:27 minutos y salió por cinco faltas personales.
“Elonu es energía, va a tapar todos los rotos de los demás. Va al rebote ofensivo duro, es una presencia grande defensivamente en la pintura, va a molestar todos los tiros”, acentuó Omar González.
