El ELA y el futuro de Puerto Rico

Carmen Maldonado González

Alcaldesa de Morovis

 

En la conmemoración de los 71 años de la creación del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, es ineludible analizar qué beneficios ha generado para el país, no como ejercicio de defensa, sino como uno de educación a las nuevas generaciones. Independientemente de la preferencia de status de cada cual, ha sido, es ahora, y será mañana el garante de derechos fundamentales en nuestra vida democrática. Cuando se informó al mundo que Puerto Rico dejaba de ser una mera posesión de Estados Unidos y entrada a una nueva relación con Estados Unidos, los detractores pusieron el grito en el cielo, y aún continúan haciéndolo, pero sin llegar a ofrecer una alternativa realista y viable.

El derecho a la vida, a la libertad y al disfrute de la propiedad, es una garantía de nuestra Constitución, así como la prohibición a la pena de muerte. La garantía de un debido proceso e igual protección de las leyes, está al servicio de todos los puertorriqueños, gracias a la Constitución. Se reconoce además como fundamental el derecho a la vida, a la libertad y al disfrute de la propiedad.

El Estado Libre Asociado le ha servido bien a Puerto Rico y fue producto del trabajo y el intelecto de destacados puertorriqueños que no todos pensaban de la misma manera, pero que tenían una visión clara de cómo adelantar las causas de la gente mediante un instrumento que definiera el camino para las nuevas generaciones. Ahora que se habla mucho de la reconstrucción y desarrollo de nuestro futuro como pueblo, es importante que los jóvenes conozcan que la mejor manera de probar la efectividad de nuestra Constitución es ejerciendo sus derechos, realizando el ejercicio intelectual de compararla con otros documentos que sirven en otros países y jurisdicciones, abriendo las puertas a nuevas opciones.

Mi consejo a las nuevas generaciones que tienen ante sí los argumentos de los detractores del ELA, recordemos que son quienes viven disfrutando de sus derechos y beneficios, el reto público es a que comparten lo que era Puerto Rico antes de 1952 y los avances que hemos tenido como pueblo. El reto mayor es que presenten una o varias opciones mejores. Fuera de la acusación de colonialismo, no van más allá del insulto. Los datos están ahí.  En 1953, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 748 que eximió a Estados Unidos de rendir informes sobre el progreso de Puerto Rico hacia un gobierno autónomo. Importante insistir en que dicha resolución se aprobó afirmando que en 1952, con el Estado Libre Asociado (ELA), el pueblo de Puerto Rico había alcanzado el gobierno propio. ¿Quedan aún zonas por mejorar, por evolucionar? Las puertas están abiertas a eso, como sucede con tantas otras instancias de nuestra vida como pueblo. Esa es una asignatura pendiente para esta y las generaciones venideras, pero partiendo de la premisa de que nuestra Constitución ha sido una base fundamental en el desarrollo de nuestro buen pueblo puertorriqueño.

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