La Oscilación del Sur-El Niño es el fenómeno más importante que describe la relación del océano y la atmósfera, y sus efectos en la variabilidad del clima en escala interanual. Este fenómeno oscila de cada tres a siete años mostrando temperaturas anómalamente calientes (El Niño) o anómalamente frías (La Niña) en el Océano Pacifico oriental. Por lo tanto, es un evento periódico que regula las temperaturas del Océano Pacífico teniendo efectos en el clima mundial. El evento más severo del Niño fue registrado del 1982 al 1983 y causó sequías, pérdida de cultivos agrícolas, fuegos forestales, lluvias torrenciales, inundaciones, derrumbes de terreno con un total de daños estimados de alrededor de 8 millones de dólares.
Este fenómeno es muy conocido por personas de Perú y Ecuador, que conocen sus efectos directos en la pesca y condiciones del tiempo locales. Desde que se ha podido instrumentar y estudiar, han ocurrido dos fenómenos del Niño muy fuertes en 1982 y 1997. En años recientes se ha logrado establecer las conexiones de este fenómeno con lo que ocurre en las condiciones del tiempo en otras partes del planeta. El Niño puede esperarse una vez cada 3 a 7 años de manera irregular y es muy difícil pronosticar su comienzo y fin, e incluso su fuerza. El Niño es una de las anomalías en los patrones de temperatura y circulación del Océano Pacífico, y tiene un impacto en las condiciones del tiempo a nivel mundial.
Originalmente, El Niño fue el nombre que los pescadores peruanos dieron al periodo de anomalía de calentamiento de las aguas, y como consecuencia la pérdida de la pesca en la costa noroccidental de América del Sur (entre Ecuador y Perú). Se escogió el nombre del Niño porque este episodio coincide con la época de Navidad, refiriéndose al Niño Jesús. Usualmente, los episodios de calentamiento de las aguas a lo largo de la costa peruana son cortos, podrían durar un mes o dos antes de que llegaran las temperaturas y la pesca a niveles normales. En ocasiones puede persistir por un año o más y es acompañado por cambios en las temperaturas de la superficie del mar sobre grandes extensiones del Océano Pacífico tropical, cambios atmosféricos a escala planetaria y en las corrientes oceánicas, y por último la caída de la pesca en América del Sur.
Condiciones Normales
Generalmente, los vientos alisios dirigen las aguas superficiales calientes de este a oeste, produciendo una corriente oceánica que se aleja de la costa oeste de América del Sur hacia el Pacífico Occidental. Estas aguas superficiales son reemplazadas por el resurgir de aguas frías, ricas en nutrientes, provenientes de profundidades de 200 a 1,000 m (650 pies-3,300 pies), y a este proceso se llama levantamiento (“upwelling”). Aunque las zonas de levantamiento (“upwelling”) son relativamente estrechas, la abundancia de nutrientes estimula el crecimiento de poblaciones de fitoplancton, las cuales ayudan altamente a la producción de la pesca.
La corriente de aire en la atmósfera ocurre debido a las diferencias en presión atmosférica entre la porción oriental del Pacífico (la estación base utilizada es Tahití en la Polinesia Francesa) y la porción occidental del Pacífico (la estación base utilizada es Darwin en Australia). En la parte oriental un sistema de Alta presión atmosférica empuja los vientos, y como consecuencia, las aguas superficiales calientes hacia el oeste. Como es de esperarse, en la región donde hay aguas calientes se favorece el aire en ascenso, y por lo tanto el desarrollo de tormentas eléctricas, nubosidad y lluvias fuertes. La región favorable para el desarrollo de tormentas eléctricas es entonces en el lado oeste del Pacífico, y es allí donde se empuja aire desde la superficie hacia los altos niveles de la atmósfera. En el lado oriental, el aire está en descenso impidiendo el crecimiento de nubosidad significativa.
El Niño
Un paso importante en el entendimiento de este fenómeno fue en 1966 cuando Jacob Bjerknes, científico atmosférico de la Universidad de California en Los Ángeles, demostró la relación entre El Niño y la Oscilación del Sur. La Oscilación del Sur es una variación u oscilación en los valores entre la presión del aire medida entre el Pacífico oriental y el occidental. Específicamente, la presión del aire sobre Tahití y Darwin. El gradiente de presión horizontal cambia cuando la presión del aire hacia el oeste aumenta y cuando la presión del aire hacia el este baja, y viceversa. Encontró además que el Niño comienza cuando el gradiente de presión de aire este-oeste a través del Pacífico tropical comienza a debilitarse. Los científicos se refieren a esta relación entre el Niño y la Oscilación del Sur bajo el acrónimo de ENSO (El Niño and Southern Oscillation, por sus siglas en inglés). Esta oscilación en los valores de presión causa que la atmósfera y océano se reajusten, por lo que se afectan todos los patrones normales del tiempo a nivel mundial.
El contraste entre la relativamente alta presión sobre el Pacífico tropical oriental y la relativamente baja presión sobre el Pacífico tropical occidental guían los patrones del viento. En respuesta a estos cambios la circulación atmosférica sobre el Pacífico tropical, las corrientes oceánicas y las temperaturas superficiales en el mar cambian. Aguas calientes que normalmente son dirigidas por los vientos hacia el Pacífico tropical occidental fluyen lentamente hacia el este y divididos hacia el norte y sur por las masas de tierra continentales, en ocasiones tan lejos al norte como el oeste de Canadá y tan lejos al sur como Chile central. Las aguas calientes que se mueven hacia el este son dirigidas lentamente y pueden tardar varios meses antes de llegar a las costas occidentales de América del Norte y América del Sur. Pero como resultado de aguas superficiales cálidas en el sector este del Pacífico, ocurren lluvias copiosas en Perú y Ecuador. Ahora el ascenso del aire ocurre en el este, y el descenso del aire en el oeste.
Las temperaturas de la superficie del mar más bajas de lo normal en el Pacífico tropical occidental y más altas de lo normal en el lado oriental del Pacífico unidas con los cambios en la circulación de los vientos traen consigo cambios fuera de lo normal en los patrones de las condiciones del tiempo. Por ejemplo, los vientos prevalecientes en Indonesia provienen de la brisa marina y la precipitación es normalmente abundante. Durante El Niño, los vientos prevalecientes provienen de la tierra y el tiempo en Indonesia es seco. Las sequías asociadas con el Niño también son fuera de lo normal en India y en el este de Australia. Mientras que aguas superficiales más calientes de lo normal fuera de las costas occidentales de América del Sur provocan convección y lluvias fuertes a lo largo de las planicies costeras normalmente áridas, causando que los desiertos florezcan. Al reducirse el resurgir de aguas frías el fondo del océano, se corta la abundancia de nutrientes, y la pesca disminuye o muere.
Nueve eventos del mismo han ocurrido en los pasados 40 años. Algo importante es que las variaciones climáticas de año en año que pueden ser señales de que se desarrolle El Niño son incluidas en los pronósticos del tiempo a largo plazo así como en los desarrollos de estrategias agrícolas.
Entre los efectos más significativos de este fenómeno está el impacto que tiene sobre la temporada de huracanes del Atlántico y Pacífico. El aumento de vientos del oeste en las altas capas de la atmósfera del Atlántico cuando ocurren El Niño, impide el que se formen un alto número de huracanes o que alcancen gran intensidad.