En riesgo la ciudadanía que tiene que recurrir a refugios durante emergencias

El ombudsman Edwin García Feliciano hace urgente llamado al Gobernador.Aunque parezca increíble, a 45 días de haber comenzado la temporada de huracanes en Puerto Rico y próximos al periodo más activo, cuando menos entre el 35 y el 45% de los refugios habilitados en toda la Isla, carecen de las condiciones óptimas para ofrecer seguridad y estabilidad emocional a la ciudadanía, en caso de emergencia o desastre.

Con total asombro e indignación, el Ombudsman de Puerto Rico, Edwin García Feliciano, reveló los hallazgos de una investigación realizada por tercer año consecutivo, por la Oficina del Procurador del Ciudadano (OPC) que dirige, sobre las condiciones de los 365 refugios que operan en los 78 municipios.

El panorama es sombrío.

García Feliciano llegó a esta conclusión, luego de evaluar activamente un total de 94 refugios, seleccionados de manera aleatoria, y que constituyeron la muestra para el estudio realizado durante mayo y junio pasado. Por eso fue enfático en destacar que, si la data de los 94 refugios visitados en el año 2024 se proyecta a la totalidad de los refugios, habría que concluir que entre 35 y 45% de los refugios que estarían disponibles para atender una emergencia, no están listos para ello. Como mínimo no cuentan con servicios básicos de cisternas, generadores y servicios sanitarios.

De hecho, el funcionario se mostró totalmente inconforme con la respuesta que ofrece el componente gubernamental para lidiar con la seguridad de las personas que preventivamente, se refugian en la eventualidad de desastres.

Y lo patentizó con un comentario directo: “Las agencias no pueden dar por un hecho que el refugio será para un puñado de días. ¡Hemos tenido experiencias con personas en refugios semanas y meses! Entonces, ¿por qué la desidia y la dejadez? ¿Por qué la indiferencia?”.

García Feliciano estableció de manera rigurosa que es hora de hacerle un llamado al gobernador Pedro Pierluisi para que, con carácter de urgencia, dé instrucciones para que haya generadores y cisternas que funcionen en todos los refugios. Y con ello, el personal que atenderá estos servicios mientras dure la emergencia.

“Es más, ¿Por qué de los múltiples fondos federales asignados bajo María y la Pandemia no se asignaron recursos económicos para atender este asunto? ¿Es falta de voluntad el problema real?”, conminó.

Recordó el Procurador que para los años 2022 y 2023, personal de su oficina inspeccionó todos los refugios en Puerto Rico. Los hallazgos de dicha investigación fueron compartidos en reuniones y mediante documentación fáctica, con el componente de las diversas agencias que atienden estos asuntos.

“Esto no es nuevo. Es increíble que luego de varios años indicándole a las agencias pertinentes, el estado de los refugios, solo las agencias en la Región de Arecibo, se tomaron el asunto en serio, realizando un avance significativo para mejorar su condición”, indicó García Feliciano.

No obstante, la reciente evaluación de la OPC arrojó datos muy significativos.   Entre los mismos se destacan:

– 78 refugios cuentan con cisternas, de las cuales, sólo 55 se encuentran funcionando, mientras 23 no lo están; 

– 39 refugios están sin servicio de una cisterna o la misma, no está conectada al servicio de agua potable;

– De 94 refugios inspeccionados, 36 de ellos cuentan con un generador eléctrico, pero solo 26 de ellos están funcionando; 

– 53 escuelas no cuentan con un generador, para un gran total de 68 refugios que no cuentan con un generador eléctrico; y si los tienen, no funcionan.

Siguió relatando García Feliciano que, 50 refugios de las escuelas visitadas tenían problemas o deficiencias en sus sistemas sanitarios.  Entre las mismas se identificaron lavamanos rotos, inodoros con problemas, urinales inservibles, mezcladoras que no funcionan, entre otras múltiples deficiencias.

Aseveró el Ombudsman que, siendo estos refugios escuelas en funcionamiento con maestros y estudiantes activos, el problema se extiende a toda la matrícula escolar durante el año lectivo.

“Si el huracán Berryl, que alcanzó categoría 5 y devastó varias islas caribeñas nos hubiese afectado, ¿cuál sería nuestra realidad hoy? ¿Cuántos refugios hubiesen estado en condiciones óptimas para enfrentar la potencia de ese fenómeno atmosférico?”, cuestionó con enfado.

Más aún, armado con una experiencia de casi 20 años trabajando con refugios y desastres en su rol como alcalde de Camuy, García Feliciano se preguntó si no resulta bochornoso, que las amargas lecciones no hayan sido aprendidas y los refugios no estén listos para recibir ciudadanos.

 

“Da vergüenza que sigan arrastrando los pies en un asunto tan importante. Nadie piensa que son seres humanos, personas conocidas y hasta familiares, a las que se pone en riesgo cuando se les ordena acudir a los refugios. ¿O es que por refugios entendemos cualquier espacio en desuso que se habilita sólo con catres, donde no hay agua, baños adecuados, espacios para lactancia, áreas para personas con impedimentos, áreas para mascotas, entre otros servicios urgentes y necesarios en un desastre?”, reflexionó con evidente disgusto.

Si a eso se le añade el cuestionado desempeño de LUMA y GENERA, los empobrecidos servicios de salud y otras series de factores que pueden encarecer la vida de cualquier ciudadano, el Ombudsman reclamó vigorosamente que se hace urgente e imprescindible, que se mantengan óptimas condiciones en los refugios para que la respuesta gubernamental ante un desastre, no se convierta en una crisis humanitaria. “Máxime, cuando Puerto Rico tiene las condiciones económicas, el peritaje, experiencia y las alternativas para para garantizar sensibilidad y atención adecuada a los primeros golpeados por la adversidad en situaciones de emergencia”, adjudicó el Procurador del Ciudadano.

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