El Virus de la Rabia: la importancia de la vacunación

 

Como parte de la celebración del Día Mundial de Alerta de Rabia, el Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico (CMV), en conjunto con el Departamento de Salud y otras organizaciones dedicadas al bienestar de los animales, llevaron a cabo recientemente un evento de vacunación en el que se lograron atender 400 animales.

La rabia es una enfermedad grave, que puede causar la muerte tanto al animal infectado como al humano si no se diagnostica y trata a tiempo. El primer paso para la prevención de esta enfermedad es la vacunación, ya que disminuye considerablemente las probabilidades de que la mascota contraiga la enfermedad. La vacuna contra la rabia se debe administrar anualmente por un médico veterinario licenciado.

Este virus ataca principalmente al sistema nervioso y se transmite por la saliva de un animal que muerde a otro. La agresividad que provoca generalmente hace de ella una enfermedad muy contagiable.

Los animales infectados también pueden transmitir la rabia si su saliva ingresa en un arañazo u otra herida, o por los ojos, nariz o boca de otra persona o animal. Existen animales realengos y silvestres, como las mangostas, que pueden ser transmisores de esta enfermedad.

Las primeras señales que le indicaran que algo le sucede a tu mascota son: tensión muscular, fiebre, escalofríos, vómitos, diarrea, malestar general, pérdida del apetito, hipersensibilidad a la luz, y episodios de tos. Otros síntomas que pudieran reflejar que la enfermedad está en una etapa avanzada es no tener movilidad en las patas o los músculos faciales, caída repentina de la mandíbula inferior, cambios en las cuerdas vocales y ladrido anormal, exceso de salivación en forma de espuma alrededor del hocico y la dificultad para tragar alimento.

No existe un tratamiento efectivo contra la rabia. Una vez diagnosticada la enfermedad por un médico veterinario, el especialista seguirá el protocolo establecido por el Departamento de Salud de Puerto Rico.

Como medidas de prevención se debe evitar el contacto con objetos que han sido expuestos a la saliva de animales de los cuales existe la sospecha de tener la enfermedad. Se aconseja tener precaución con las mangostas, y con animales perdidos o que viven en la calle ya que es poco probable que hayan sido vacunados.

Si sospecha que su mascota puede padecer de este virus, consulta con tu médico veterinario. Si usted o algún miembro de su familia resulta mordido, lave la herida por 15 minutos con abundante agua fría y diríjase al hospital más cercano.

Para más información, puede llamar al Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico al 787-520-0237 o acceder www.facebook.com/CMVPR.

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