¡A solo pocos días de tomar una de las decisiones más importantes para nuestro futuro, hacemos un llamado a todos los arecibeños! Este es un momento crucial en el que debemos unirnos y asumir nuestra responsabilidad social y electoral.
Es tiempo de votar con el corazón, de dejar que nuestra pasión por Arecibo guíe cada elección. Cada uno de nosotros lleva en el pecho el latido de nuestra tierra, y es nuestro deber honrarlo en las urnas. ¡Levantemos la bandera de Arecibo con orgullo! Recordemos que cada voto es un símbolo de esperanza y un compromiso con nuestros valores y sueños compartidos.
La responsabilidad que tenemos con Arecibo es inmensa. Cada acción que emprendemos y cada conversación que tenemos deben orientarse al fortalecimiento de nuestra identidad y al bienestar de todos los que llamamos hogar a este lugar.
Hagamos un ejercicio: dejemos de lado toda bandera política y pensemos en el futuro de nuestra ciudad. Evaluemos la capacidad, el carácter, la experiencia y la visión de futuro de cada candidato. Luego de esta reflexión, salgamos todos el próximo 5 de noviembre con la bandera de Arecibo en alto y votemos por el futuro que merecemos. ¡Elevemos el nivel de discusión sobre los temas que nos importan! A tan solo unos días del 5 de noviembre, nuestras calles se llenarán de caravanas, caminatas, banderas y promociones de todos los candidatos que aspiran a dirigir el futuro de nuestra Villa del Capitán Correa. Pero que todo ese espectáculo no nos distraiga de lo verdaderamente importante: las propuestas, el compromiso, los valores y la visión de futuro para nuestra ciudad. Somos orgullosamente puertorriqueños, pero ante todo, primero somos arecibeños.
Tenemos una responsabilidad con nuestros mayores, nuestras mascotas, el medio ambiente, el comercio y la rica historia de nuestra ciudad. Es momento de tomar acción, una acción que no es delegable.
¡Juntos, como una sola voz, podemos construir un futuro donde nuestra comunidad brille con fuerza! Votemos con amor por nuestra gente y por el legado que queremos dejar a las futuras generaciones. Que cada voto sea un eco de nuestra valentía y un paso firme hacia el futuro que anhelamos.