Es un buen momento para vacunarse contra la influenza

Los virus de la gripe suelen propagarse en otoño e invierno, con un pico de actividad entre diciembre y febrero. Vacunarse en otoño puede reducir sus probabilidades de contraer gripe (influenza).

La gripe es una enfermedad grave, causada por los virus de la influenza, que puede llevar a la hospitalización e incluso a la muerte. Cada temporada de gripe es diferente, y los efectos sustanciales sobre la salud pueden variar mucho de una temporada a otra, lo que significa que algunas temporadas de gripe son peores que otras. Su mejor defensa contra la enfermedad es ponerse una vacuna antigripal aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) todos los años. Para encontrar dónde colocarse una vacuna antigripal cerca de usted, visite esta página.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) estiman que durante la temporada de gripe de 2023-2024 en los Estados Unidos se produjeron:
entre 35 y 65 millones de casos de gripe,

  • entre 16 y 30 millones de visitas médicas relacionadas con la gripe,

  • entre 390,000 y 830,000 hospitalizaciones por gripe,

  • entre 25,000 y 72,000 muertes por gripe.

Los CDC estiman que durante la temporada de 2022-2023, la vacunación contra la gripe evitó:

  • 6 millones de enfermedades relacionadas con la gripe,

  • 2.9 millones de visitas médicas relacionadas con la gripe,

  • 65,000 hospitalizaciones por gripe,

  • 3,700 muertes por gripe.

En comparación con temporadas anteriores, la gravedad de la temporada de gripe de 2022-2023 se consideró moderada, y se observó una gravedad alta entre los niños.

La vacuna contra la influenza es la mejor prevención

Los CDC recomiendan que las personas mayores de 6 meses se vacunen contra la gripe antes de fines de octubre idealmente. Aunque espere hasta después de octubre, la vacuna seguirá siendo beneficiosa y le protegerá. Para obtener más información sobre las recomendaciones, visite esta página de los CDC.

Si ya se enfermó de gripe esta temporada sin haberse vacunado, vacunarse contra la gripe sigue siendo importante porque ayuda a prevenir la enfermedad causada por tres cepas diferentes de virus de la gripe. Es probable que se haya infectado con un tipo de cepa del virus, por lo que la vacuna le ofrecería protección contra las cepas que aún no ha padecido.

Los virus de la gripe se propagan por las gotitas que despiden las personas infectadas cuando tosen, estornudan o hablan. La gripe también puede propagarse cuando una persona toca una superficie u objeto que contiene algún virus de la gripe y luego se toca la boca, la nariz o los ojos. También puede reducir la propagación de la gripe y sus efectos al tomar medidas prácticas como lavarse las manos, cubrirse al toser y estornudar y quedarse en casa cuando esté enfermo.

Por qué necesitamos una nueva vacuna contra la influenza todos los años

La FDA desempeña un papel fundamental a la hora de garantizar la disponibilidad de vacunas antigripales seguras y eficaces en cada temporada de gripe. Las vacunas antigripales están aprobadas por la FDA para la prevención de la enfermedad de la influenza causada por tres cepas diferentes del virus de la gripe.

La vacuna suele cambiar cada año y contiene las tres cepas del virus que se espera que circulen y causen enfermedades en los Estados Unidos durante la próxima temporada de gripe. La eficacia de las vacunas contra la gripe varía en función de varios factores, como la edad y la salud de quien la recibe, los tipos de virus de la gripe circulantes y el grado de similitud entre los virus circulantes y los incluidos en la vacuna.

La vacuna antigripal hará que su sistema inmunitario produzca anticuerpos para protegerle contra la gripe, no le provocará la enfermedad. Los anticuerpos pueden tardar unas dos semanas en desarrollarse en el organismo después de la vacunación, lo que constituye una razón importante para vacunarse pronto contra la gripe, antes de que comience la actividad gripal.

La tarea de producir una nueva vacuna para la próxima temporada de gripe comienza mucho antes de que termine la temporada actual. Para la FDA, se trata de una iniciativa que dura todo el año.

Hay varias razones por las que es necesario fabricar una nueva vacuna contra la gripe cada año. Los virus de la gripe pueden cambiar de un año a otro, por lo que la vacuna se actualiza para proteger contra las cepas del virus que se prevé que circulen en los EE. UU. Además, la protección que brinda la vacuna antigripal que una persona recibió el año anterior disminuirá con el tiempo y puede ser demasiado baja para prevenir la enfermedad en la temporada de gripe del año siguiente.

Quiénes corren más riesgo de contraer gripe

Cualquier persona puede enfermarse de gripe. Normalmente, los niños y las personas de 65 años y mayores se encuentran más expuestos al riesgo de desarrollar complicaciones graves a causa de la gripe. Además, las personas embarazadas y las que padecen ciertas enfermedades crónicas también corren un riesgo más alto de sufrir complicaciones.

La mejor manera de proteger a los bebés que son demasiado pequeños para recibir vacunas es asegurarse de que las personas de su entorno estén vacunadas. En ocasiones circula un virus de la gripe que afecta de forma desproporcionada a los adultos jóvenes y de mediana edad.

Si contrae gripe, existen medicamentos antivirales aprobados por la FDA para tratarla, disponibles con receta médica. Hay varios medicamentos antivirales aprobados por la FDA y recomendados por los CDC para su uso contra los virus de la gripe circulantes. Estos medicamentos funcionan mejor si se empiezan a tomar poco después de la aparición de los síntomas (en un plazo de 48 horas).

Cómo se seleccionan las cepas del virus de la gripe para las vacunas

Cada año, a finales de febrero o principios de marzo, antes de que finalice la temporada de gripe de ese año, la FDA, la Organización Mundial de la Salud, los CDC y otros expertos en salud pública colaboran para recopilar y revisar datos de todo el mundo para identificar los virus de la gripe que probablemente causarán más enfermedades durante la próxima temporada.

Tras ese proceso, la FDA convoca a su comité asesor sobre vacunas, formado por expertos externos, para debatir las recomendaciones de la OMS y considerar qué virus de la gripe se espera que circulen en los EE. UU. El comité examina los datos sobre los virus de la gripe que han causado enfermedades el año pasado, su evolución y las tendencias de la enfermedad en los Estados Unidos. La FDA tiene en cuenta esa información antes de seleccionar las cepas de los virus que los fabricantes que tienen una vacuna antigripal aprobada por la FDA deben incluir en su vacuna actualizada para su uso en la próxima temporada de gripe en los Estados Unidos.

Cuanto mayor sea la coincidencia entre las cepas de virus de la vacuna y las cepas de virus circulantes que causan la enfermedad durante la temporada de gripe, mejor será la protección que ofrezca la vacuna. Aunque la vacuna y los virus circulantes no coincidan exactamente en algunos años, eso no significa que la vacuna no beneficie a las personas. Los datos disponibles muestran que la vacuna puede reducir la gravedad de la enfermedad en las personas que se vacunan pero igual se enferman.

Las vacunas contra la influenza aprobadas por la FDA son seguras

Los científicos y médicos de la FDA llevaron a cabo una evaluación rigurosa de los datos de los estudios clínicos y de laboratorio para determinar la inocuidad y la eficacia de las vacunas antigripales para su aprobación inicial. Si una vacuna cumple los estándares científicos y regulatorios de la FDA, recibe su aprobación.

Para garantizar que las vacunas actualizadas contra la gripe estacional sean seguras, eficaces y de alta calidad, la FDA prepara y proporciona reactivos (materiales para estandarizar las vacunas) a aquellos fabricantes que ya tienen una vacuna contra la gripe aprobada por la FDA para garantizar que puedan elaborar su vacuna antigripal actualizada y verificar su identidad y potencia. La FDA también inspecciona de forma periódica las instalaciones de manufactura y evalúa cada año la vacuna de cada fabricante antes de que pueda aprobarse su uso para la próxima temporada de gripe.

La supervisión de la FDA no termina ahí. Después de que los fabricantes hayan distribuido sus vacunas, la FDA y los CDC colaboran para evaluar de forma rutinaria los informes de efectos adversos tras la vacunación enviados por los fabricantes de vacunas, los profesionales de atención médica y las personas que reciben las vacunas (o sus padres/madres/tutores) al Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS, por sus siglas en inglés).

Existen sistemas adicionales para controlar la inocuidad de las vacunas. La FDA colabora con organizaciones privadas que recopilan datos sobre atención médica (como las compañías de seguros médicos) y otras agencias federales (como los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid, la Administración de Salud de Veteranos y los CDC) para seguir evaluando la inocuidad y la eficacia de las vacunas contra la gripe.

El Sistema de Inocuidad y Eficacia Biológica (BEST, por sus siglas en inglés) es uno de los programas que utiliza la FDA para evaluar la inocuidad y la eficacia de las vacunas en condiciones reales, a la vez que refleja la atención al paciente y el uso real de la vacuna antigripal y otras vacunas utilizadas en los EE. UU. Además, los CDC mantienen el programa Enlace de Datos sobre Seguridad de las Vacunas (VSD, por sus siglas en inglés), que evalúa la inocuidad de las vacunas de forma parecida al sistema BEST. El VSD recibe sus datos de organizaciones de atención médica integradas de los Estados Unidos.

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