Durante la discusión del PS 81, que busca enmendar la “Ley para la Reforma del Proceso de Permisos de Puerto Rico”, el portavoz alterno de la delegación del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) en el Senado, Adrián González Costa condenó la legislación por ser una que atenta contra el medio ambiente y contra el desarrollo económico del país.
“Aquí están desapareciendo el Departamento de Recursos Naturales. Lo advertimos el día del nombramiento de Waldemar Quiles. Y ahora hay legislación que acompaña esa intención perversa del gobierno de Puerto Rico, en los primeros 100 días, en contra del medio ambiente y en contra del desarrollo económico”, expresó el senador González Costa.
La medida legislativa establece que, si un municipio, agencia o entidad gubernamental no emitiere sus recomendaciones dentro los términos establecidos, se entenderá que no tiene objeciones al proyecto propuesto.
“El proyecto es aún peor, ya que indica que, aunque el DRNA emitiera sus comentarios a tiempo, esas recomendaciones no serán vinculantes. Lo cual es contradictorio con el rol de asesorar, orientar, guiar y apoyar que también indica el proyecto como responsabilidad del Secretario del DRNA”, subrayó Adrián González.
El legislador independentista hizo alusión, además, al PS 79, aprobado recientemente, como otro ejemplo del plan perverso de la administración actual para desmantelar la agencia ambiental.
“En ese otro proyecto (PS 79) se le quitó la función de otorgar permisos al DRNA sobre las excavaciones, extracciones, remociones o dragados de los componentes de la corteza terrestre en terrenos públicos o privados, y se le transfirió a la Oficina de Gerencia de Permisos (OGPe). Y ahora con el PS 81, han convertido el objetivo de agilizar los permisos en un fin en sí mismo, que al final atenta contra el medio ambiente, contra el patrimonio y contra el desarrollo económico”, sentenció el portavoz alterno del PIP en el Senado.
Finalmente, González Costa puntualizó que el proceso en el Senado con el PS 81 ha sido, no un proceso expedito, sino, sobre todo, atropellado.
“Atropellando el proceso legislativo, no atropellan a las minorías, atropellan al país, atropellan al medio ambiente, y aunque ustedes no lo quieran aceptar, también atropellan el desarrollo económico. Es un proyecto malo para todas las partes, es un proyecto mal ejecutado”, concluyó el legislador.