El Fideicomiso para Ciencia, Tecnología e Investigación de Puerto Rico (FCTIPR), a través de su Oficina de Transferencia de Tecnología, (TTOpor sus siglas en inglés), organizó el taller “Protecting Innovation in Agriculture” con el propósito de dar a conocer los recursos disponibles para la protección de nuevas variedades de semillas y plantas desarrolladas por investigadores de Ciencias Agrícolas del Recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico (UPRM). La actividad enfatizó la importancia de las patentes como herramienta clave para preservar y comercializar innovaciones agrícolas.
El taller fue diseñado para los investigadores que están desarrollando variedades y germoplasma de semillas y plantas dentro del sistema de Ciencias Agrícolas de la UPRM, que incluye la Escuela de Ciencias Agrícolas, la Estación Experimental Agrícola y el Servicio de Extensión Agrícola. La meta fue resaltar los recursos disponibles la protección de estos descubrimientos y educar sobre los procesos necesarios para registrar la propiedad intelectual.
Desde la década de 1940, muchas variedades y germoplasma no protegidas han terminado en manos de empresas extranjeras sin compensación para los investigadores o las universidades locales. Esto ha llevado a perder la oportunidad de comercializar las innovaciones y generar ingresos para los centros de investigación del país.
El mes pasado, como parte de su misión, el Fideicomiso a través de su Oficina de Transferencia de Tecnología (TTO) sometió una solicitud de patente para proteger dos líneas de gandul desarrolladas por la UPRM: IIPG-7 e IIPG-11. Se trata de un hito histórico para la universidad, ya que marca la primera vez que se patenta germoplasma de una de las más importantes leguminosas que es fuente de proteína en la dieta de los puertorriqueños. Las líneas de gandul IIPG-7 e IIPG-11 fueron desarrolladas por el Dr. Diego M. Viteri Dillon y su grupo de trabajo de las Estaciones Experimentales Agrícolas de Isabela y Lajas (liderado por la Dra. Angela Linares) de la UPRM.
El Dr. David Gulley, director ejecutivo de TTO mencionó que “estamos entusiasmados con el potencial de esta importante innovación. Nuestra colaboración con la UPRM nos permite evaluar, proteger, mercadear y transferir conocimiento e innovación al sector privado para su eventual comercialización”.
Por su parte, la ingeniero Lucy Crespo, principal oficial ejecutiva del Fideicomiso, recalcó la importancia de invertir y facilitar la investigación, base del desarrollo económico. “Estos talleres no solo sirven de espacio de aprendizaje sino de inspiración para nuevas investigaciones y subrayan la importancia de proteger la propiedad intelectual. Esto va alineado a nuestra misión de invertir, facilitar y desarrollar las capacidades necesarias para avanzar continuamente la economía de Puerto Rico y el bienestar de sus ciudadanos mediante empresas basadas en la innovación, la ciencia, tecnología, investigación y salud pública”.
La historia del Dr. Viteri y su equipo es ejemplo de cómo la innovación agrícola se transforma en un impacto tangible para la población. Todo este proceso comienza con la propiedad intelectual. “Como chef y profesional en el ámbito investigativo, es importante fortalecer cada eslabón dentro de la cadena de suministro de los ingredientes que termina en un plato de comida. Se habla mucho de la finca a la mesa, pero rara vez se menciona todo el apoyo investigativo de las universidades, de los investigadores, de las estaciones experimentales y de los extensionistas agrícolas que apoyan a esos agricultores para asegurar que esos ingredientes lleguen bien al plato del restaurante. La investigación agrícola es un pilar en la soberanía alimentaria que hay que relucir”, comentó Josiah Hernández Sepúlveda, gerente de tecnología de la TTO del Fideicomiso y chef ejecutivo y propietario del restaurante Chef’s Garden en Rincón, recientemente reconocido como el mejor restaurante sostenible de Latinoamérica, España y Portugal 2024.
El Dr. Viteri Dillon, detalló que: “Todas las variedades actuales de gandul como- ‘Ariel’, ‘Blanco Yauco’, ‘Guerrero’ y ‘Pinto Berrocales’ son de crecimiento indeterminado y sensibles al fotoperiodo, por consiguiente solo pueden sembrarse durante días cortos de luz. El uso de las líneas de mejoramiento IIPG-7 e IIPG-11 van a permitir desarrollar nuevas variedades indeterminadas que se puedan sembrar todo el año, de alto rendimiento y con semilla comercial. El desarrollo de variedades y germoplasma de gandul es un trabajo arduo y costoso que puede durar más de 4 años. El poder patentar este germoplasma o futuras variedades de gandul y otros cultivos sería un reconocimiento a la inversión y esfuerzos realizados por la UPRM para producir cultivos mejorados de acuerdo con las necesidades de nuestros agricultores”.
El taller contó con la participación de expertos en patentes de plantas, incluyendo a los abogados de patentes, Eric Williams, Pharm.D., J.D., y Amy H. Fix, J.D., socios en la firma Barnes & Thornburg LLP. También participó Jessy McGowan, MS, CLP, gerente “senior” de licenciamiento en la Universidad Estatal de Colorado, quien compartió su experiencia en la transferencia al mercado de propiedad intelectual y la comercialización de tecnologías agrícolas. La presencia de estos ponentes fue significativa, dado a que existen pocas firmas legales especializadas en patentes de plantas, y sus conocimientos aportan gran valor a los investigadores.