El alcalde de Cayey, Rolando Ortiz Velázquez, anunció que la Casa de la Música presentará este sábado, 14 de junio de 2025 la exposición “César Concepción: Trascendencia y Legado Musical’, en celebración de la vida y obra de uno de los íconos musicales de Cayey. El evento, con entrada libre, inicia a las 8:00 de la noche en la sala itinerante de la Casa, frente a la plaza pública Ramón Frade. La exposición estará disponible durante todo este año para los visitantes. “A César Concepción se le recuerda como un virtuoso trompetista que elevó la plena a la categoría ‘de salón’ como se decía en aquellos años. fundador y líder de una de las orquestas más sensacionales surgidas en Puerto Rico durante el pasado siglo veinte”.
Concepción, producto de las escuelas Luis Muñoz Rivera y Benigno Carrión, en Cayey, a la edad de nueve años inició el aprendizaje de la trompeta bajo la tutela del profesor Claudio Torres, quien luego lo incorporó a la Banda Municipal que dirigía. A los 13, se unió a un conjunto que amenizaba las tandas de películas mudas del Teatro San Rafael. Ya, a los 14 años, César Concepción era considerado un músico tan competente que su popularidad trascendía las fronteras de su región natal. Al punto de que, en 1925, el destacado pianista Augusto Rodríguez Amador fue a buscarlo para ofrecerle una posición en la orquesta que estaba organizando en San Juan: The Midnight Serenaders.
Según el portal cibernético de la Fundación Nacional para la Cultura Popular, Concepción fue parte de Ralph Sánchez & His Symphonians, en cuyas filas permaneció hasta 1935, año en que decidió marcharse a Nueva York, pues además de que el movimiento artístico hispano de esta metrópoli atravesaba un período de gran efervescencia. En 1940 se trasladó a Los Ángeles, donde algún tiempo después fundaría el majestuoso cabaret Trocadero’s Club, que llegó a ser considerado entre los más famosos del mundo. Además estuvo con las orquestas de Xavier Cugat, Enrique Madriguera, Don Maya, Carlos Molina, José Morand y Nano Rodrigo. A partir en 1940 grabó con las distintas formaciones de Pedro Flores. César Concepción regresó a Puerto Rico en 1942, contratado para integrar la orquesta de planta del cabaret Jack’s Club, en Santurce, dirigida por el saxofonista y clarinetista Armando Castro.
Luego de año y medio formando parte de la oficial del Escambrón Beach Club, dirigida por Rafael Duchesne, este ilustre cayeyano se dispuso a formar su propia orquesta, apoyado por el empresario arecibeño Jorge Correa. Éste lo estimuló a organizarla para que fuera la oficial del lujoso New Yorker Club, que se disponía a inaugurar en los predios que antes ocupara el Hotel Bellevue, junto a la Laguna del Condado, en Santurce.
El martes 31 de marzo de 1954, apenas dos días después de la inauguración de Telemundo / Canal 2, la ya famosa orquesta de César Concepción volvió a hacer historia, convirtiéndose en la primera en ser contratada para actuar de manera permanente en la naciente pantalla chica boricua. En esta etapa, Concepción mantuvo su orquesta, con carácter permanente o “de planta”, en el Caribe Hilton ( 1950 – 1952 ) y en el Hotel Flamboyán durante el período 1958 – 1968, habiendo acompañado a todas las estrellas internacionales que desfilaron por aquel escenario. En 1968 , César Concepción desintegró su famosa banda y se radicó con su familia en Nueva York . Permaneció retirado del ambiente musical hasta 1972, cuando retornó a su patria y organizó una nueva orquesta junto a su viejo compañero y amigo Joe Valle.
El maestro César Concepción falleció en Río Piedras, el 11 de marzo de 1974, a consecuencia de un infarto cardíaco sufrido pocos días antes. En 1983, nueve años después de su deceso, el abogado, político y, hasta entonces, pianista aficionado , Nicolás Nogueras Cartagena, convocó a un grupo de músicos que habían integrado su orquesta en diversas etapas . Con ellos y otros más jóvenes estbaleció una recreación de la banda original, a la que bautizó como Orquesta César Concepción. Entre sus melodías más conocidas están las plenas tituladas “Aguada”, “A Mayagüez”, “A San Germán”, “Borinquen”, “Pa los boricuas ausentes”, “Plena criolla”, “Puertorriqueños”, “ ¡Qué buenas son las mujeres!”, “University Plena” y “Yauco”, así como las composiciones “Besos”, “Brilla, pero no es oro”, “ ¿Dónde o cuándo?”, “Recta final” y “Una mujer”, así como “Merengueando”, “Mientras el hacha va y viene” y “Sin sinfonía”, entre muchas otras.