Mariangie Garay, M. Ed. OTR/L
Presidenta Saliente
Colegio de Profesionales de Terapia Ocupacional de PR (CPTOPR)
La terapia ocupacional (TO) es una profesión que surge en el área de la salud mental. En la Era del Tratamiento Moral (1801-1860) se decretó que la ocupación era clave para la rehabilitación del paciente de salud mental. La historia en Puerto Rico no ha sido diferente.
La profesión en PR nació en el año 1950, siendo en el área de la salud mental donde más servicios de TO se prestaban. Esto propició la participación de los profesionales en terapia ocupacional como parte de los equipos transdisciplinarios, interdisciplinarios y multidisciplinarios. Actualmente la Ley Número 183 de 6 de agosto de 2008, Ley de Salud Mental de Puerto Rico, no incluye al asistente en terapia ocupacional y al terapeuta ocupacional como parte de estos equipos de intervención.
Para los inicios de la profesión de TO en Puerto Rico, el sistema de salud mental del Gobierno contaba con tres centros psicosociales; dos de varones, localizados en los municipios de Cayey y Bayamón, y uno de damas en el municipio de Trujillo Alto. Además, contaba con el Hospital de Psiquiatría Dr. Fernández Marina localizado en Río Piedras, los Hospitales de Psiquiatría Forense en Ponce y Rio Piedras, doce (12) Centros de Salud Mental en diferentes puntos de la Isla y una clínica externa localizada en el área de San Patricio. La División de Rehabilitación de la antigua Secretaria Auxiliar de Salud Mental tenía bajo su cargo los Programas de Vivienda Independiente y los Programas de Hogares, entre otros.
En este sistema de salud mental se ofrecían los servicios de terapia ocupacional de forma íntegra y coordinada. Se contaba con un coordinador de los servicios a nivel central que unificaba y daba dirección a los mismos. La División de Rehabilitación de la agencia y el Centro Psicosocial de Bayamón, en un momento dado, estuvieron bajo la dirección de un terapeuta ocupacional.
En aquella época los servicios para la población de usuarios de drogas y alcohol se ofrecían a través del Departamento de Servicios Contra la Adicción (DSCA), donde también se prestaban los servicios de TO en la unidad de Alcoholismo y en los Residenciales de Varones y Mujeres.
Lamentablemente esa estructura desapareció. Actualmente no existe en el nivel central de ASSMCA un coordinador de servicios por lo que no se puede mantener a los profesionales al tanto de los estándares y terminología más recientes en la práctica de TO; prestar los servicios de manera armoniosa se vuelve complicado. Cuando un empleado de TO se retira, el puesto queda vacante. Si la contratación es por servicios profesionales, en ocasiones no se le renueva el contrato.
La práctica más común es que se reclutan otros profesionales para ofrecer arte terapia u otras alternativas que no cuentan con la base científica y el conocimiento clínico. Ha proliferado el que se le asignen funciones de TO a otros profesionales como trabajadores sociales y terapistas recreativos.
El Colegio de Profesionales de Terapia Ocupacional de Puerto Rico (CPTOPR) no se opone a que otros profesionales del campo de la salud provean servicios, por el contrario, aspiramos a que todos aporten a la recuperación del paciente, pero cada cual desde su área de peritaje.
El profesional de TO es el único profesional cuyas intervenciones se analizan a base del perfil ocupacional del participante y su contexto de vida. Mediante la aplicación de métodos previamente analizados y en colaboración con el resto de los miembros del equipo, optimizan las destrezas del participante para lograr su máxima independencia y funcionalidad.
Al Colegio se le ha informado de profesionales de otras ramas de la salud que han ofrecido estimulación sensorial a los participantes de los hogares. Esa práctica es peligrosa si la ofrece otro profesional sin la preparación ya que puede ocasionar una convulsión entre otros daños. Lejos de obtener un beneficio, puede provocar exacerbación de síntomas y otras consecuencias negativas. Esto pone en riesgos la seguridad y el bienestar del participante.
La política pública del gobierno es hacia la recuperación. Se reciben millones de dólares en fondos federales para que se garanticen los servicios de los participantes de los programas de salud mental. Sin embargo, en la mayoría de los centros se les priva de poder cumplir su meta ya que no cuentan con el profesional de TO que por años ha sido esencial en área de salud mental.
Nos preguntamos, ¿qué es lo necesario para tener recuperación? La respuesta es independencia en las actividades de vida diaria. Esto incluye pero no se limita a las tareas del hogar, realizar compras en el supermercado, manejo del presupuesto, realizar transacciones en el banco u otras dependencias públicas y privadas, moverse en la comunidad, manejar y ser responsable con la salud, cuidar de los hijos y las mascotas. En fin, ser independiente en las tareas de vida diaria.
Hay rehabilitación cuando se RECUPERAN las OCUPACIONES. Las ocupaciones son todo lo que le da sentido a la vida de ese participante como trabajar, estudiar, descansar y dormir, tener un tiempo de ocio y participación social. El único profesional de la salud que tiene su área de peritaje basada en las actividades de vida diaria y las ocupaciones, y que se prepara académicamente para trabajar con ellas, es el profesional de TO. En una ocasión leí esta frase: “El médico te salva la vida; el profesional de TO te enseña a vivirla”.