Organizaciones de base puertorriqueña, el pueblo y sus aliados se manifestaron en la ciudad de Nueva York exigiendo que el gobierno de Puerto Rico cancele el contrato con la empresa LUMA Energy.
El pasado 1 de junio de 2021, el gobierno de Puerto Rico, con la aprobación de la Dictatorial Junta de Supervisión Fiscal, entregó oficialmente la Red de Energía de Puerto Rico a LUMA Energy, una empresa conjunta privada, estadounidense-canadiense, formada por las empresas ATCO y Quanta Services, creada específicamente para aprovechar un contrato millonario para administrar la corporación pública de la Autoridad de Energía Eléctrica. En los meses previos a la entrada en vigencia del contrato, trabajadores y organizaciones de Puerto Rico y Estados Unidos salieron a las calles a protestar contra LUMA y el plan de privatización.
Desde que entró en vigor, ha habido cortes de energía generalizados en todo el archipiélago. Según una de las voceras, Gabriela Malespin de NY Boricua Resistance, “LUMA es lo último, en décadas de intentos neoliberales de privatizar nuestros servicios públicos. La clase trabajadora de Puerto Rico reconoce que este contrato representa una enorme amenaza para la red eléctrica de nuestra isla, nuestra economía y nuestros medios de vida. Nuestras demandas no son simplemente expulsar a LUMA para que otra corporación se haga cargo. Más bien, queremos el control público de nuestros servicios públicos y los recursos adecuados necesarios para restaurar nuestra red y hacer la transición hacia la energía renovable. Este tema representa una intersección entre el racismo ambiental, la privatización neoliberal y la opresión de la clase trabajadora. Los boricuas tanto del archipiélago como de la diáspora deben permanecer unidos contra esta amenaza y seguir luchando hasta que LUMA y otras empresas buitres estén fuera de Puerto Rico”.
El contrato de LUMA es exorbitante, con un costo de más de $ 1.5 mil millones, en un momento en que la junta de control fiscal dictatorial está imponiendo medidas de austeridad al pueblo de Puerto Rico. Con el único objetivo de obtener fondos federales, LUMA podrá retirarse, dejando el archipiélago a merced de cualquier desastre si dichas transferencias no se materializan al nivel o cronograma provisto. LUMA promueve el uso continuo del consumo de combustibles fósiles y el gas natural como principal fuente de energía. LUMA también posee el 68% de los reservorios de agua de Puerto Rico, no solo privatizando la energía sino también el agua, dos cosas que deberían ser derechos humanos básicos. Además, la compañía ha eliminado muchos de los puestos de trabajo de una fuerza laboral altamente capacitada y sindicalizada para contratar reemplazos con salarios más bajos o personas no calificadas de los Estados Unidos.
La diáspora se une a la gente del archipiélago para denunciar y exigir la cancelación del contrato de LUMA. “Este es el avance del plan para el desplazamiento del pueblo de Puerto Rico, a favor de los yanquis que ya han comenzado a convertirla en su isla paradisíaca a costa de nuestro pueblo. ¡No podemos seguir permitiendo que nuestra gente sufra, este contrato debe ser cancelado y debe ser energía pública renovable para la gente ahora! ” expresó Eric Ramos, portavoz del Partido Independentista Puertorriqueño en la ciudad de Nueva York.
