Aproximadamente seis de cada cien adultos en Puerto Rico presentan problemas serios con el alcohol
Ante la llegada de las festividades navideñas, el administrador de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA), Carlos Rodríguez Mateo, exhortó a la ciudadanía al consumo moderado de alcohol para prevenir fatalidades que empañen la alegría de las familias puertorriqueñas.
“Una de cada tres fatalidades en las vías públicas de Puerto Rico es a raíz de un conductor ebrio. De estos, el 70 por ciento no llevaba puesto el cinturón de seguridad y la mitad conducían a exceso de velocidad. Si consumimos alcohol de manera moderada evitamos incurrir en conductas de riesgo que pongan en peligro nuestra vida y la de los demás. Asimismo, debemos reflexionar sobre cómo podemos aportar a controlar el consumo de alcohol cuando hacemos fiestas en nuestros hogares para evitar que los excesos puedan ocasionar accidentes, luto o situaciones que lamentar”, expresó Rodríguez Mateo.
De igual forma, explicó que “el alcohol es un depresor del sistema nervioso central que hace más lenta la actividad cerebral. Puede cambiar el estado de ánimo, la conducta y el autocontrol. Además, causar problemas con la memoria y afectar los pensamientos. También puede afectar la coordinación y el control físico de las personas cuando se consume en exceso. Es cierto que los efectos específicos del alcohol en las personas varían, pero definitivamente no hay forma de tomar buenas decisiones cuando estás intoxicado”, señaló en funcionario.
El alcohol también puede causar desmayos y lagunas en la memoria de una persona. Estas brechas ocurren cuando una persona bebe suficiente alcohol para bloquear temporalmente la transferencia de recuerdos del almacenamiento a corto plazo al almacenamiento a largo plazo. A niveles más altos de concentración de alcohol en sangre, el alcohol actúa como un depresor claro, lo que puede hacer que las personas que beben se desmayen si la dosis es lo suficientemente alta. En niveles aún más altos, las personas que beben se enfrentan al peligro de una sobredosis de alcohol potencialmente mortal debido a la supresión de funciones vitales.
“Por supuesto, las personas no tienen la intención de dañar a nadie cuando celebran durante la temporada navideña. Sin embargo, la violencia y las muertes por accidentes de tránsito asociadas con el abuso del alcohol continúan. Tenemos que reflexionar y modificar estas conductas”, puntualizó el portavoz.