En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, la Directora General de la UNESCO. Audrey Azoulay, hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que refuerce urgentemente sus acciones “para comprender y proteger mejor los océanos”.
Audrey Azoulay, Marcelo Rebelo de Sousa, Presidente de Portugal, y Uhuru Kenyatta, Presidente de Kenya, convocaron en Lisboa a la Alianza del Decenio de los Océanos. Creado en el marco del Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible (2021-2030), dirigido por la UNESCO, este foro permite aumentar la cooperación internacional en materia de investigación, educación y protección de los océanos.
“Gracias a esta Alianza, ya hemos recaudado 920 millones de dólares, que financian un centenar de acciones”, se congratuló Audrey Azoulay en la apertura de la reunión. “Pero la mayor parte del trabajo está por hacer. El océano sigue estando demasiado a menudo en el punto ciego de la conciencia y de las políticas públicas. No lo entendemos ni lo protegemos lo suficiente. Es urgente revertir radicalmente esta tendencia”, pidió a los dirigentes públicos y a los socios del sector privado.
Mejor comprensión, mejor protección
La Directora General de la UNESCO dijo que la primera prioridad es “avanzar en el estado del conocimiento”. La investigación oceanográfica sólo representa una media del 2% de los presupuestos nacionales de investigación, mientras que sólo el 21% de los fondos marinos están cartografiados. Sin embargo, estos datos son esenciales para comprender las corrientes e identificar los recursos pesqueros y los riesgos geológicos. La UNESCO está comprometida con la acción internacional en este ámbito. Su objetivo es tener cartografiado al menos el 80% del fondo marino para 2030.
La segunda prioridad es proteger mejor el océano. “Ello implica aumentar rápidamente la superficie de las zonas marinas que se benefician de las medidas de salvaguardia”, defiende Audrey Azoulay. Gracias a los sitios marinos del patrimonio mundial de la UNESCO, el 20% de las reservas de carbono azul del mundo ya están protegidas: arrecifes de coral, manglares y praderas marinas que ayudan a limitar el cambio climático almacenando cantidades masivas de CO2.
La UNESCO también cuenta con más de 210.000 km² de zonas de biosfera: un programa ideado en los años 70, entonces pionero en el desarrollo sostenible, que se basa en el equilibrio entre el ser humano y su entorno. Con el mismo espíritu, la Organización salvaguarda las tradiciones autóctonas y los conocimientos técnicos que es importante transmitir a las nuevas generaciones, especialmente en el ámbito de la pesca sostenible.
La educación como piedra angular
“Pero para que estas acciones tengan éxito y consigamos resultados tangibles, necesitamos también que la sociedad se sume a ellas. Este es el papel principal de la educación, fundamento del mandato de la UNESCO”, recordó Audrey Azoulay.