En la conmemoración mañana del Viernes Santo, la ciudad de Cayey invita a la antigua tradición de visitar siete iglesias, costumbre sumamente antigua que consiste en pasar por siete capillas o templos con la finalidad de agradecer a Jesucristo el don de la Eucaristía y del Sacerdocio. Durante el paso, se recuerda lo que se instituyó aquella noche santa, así como la soledad y sufrimientos en el Huerto de Getsemaní y las afrentas recibidas en las casas de Anas, Caifás, Herodes, Pilato y no digamos en el Calvario, y en el silencio del sepulcro.
Se recomienda el recorrido en actitud de oración y de encuentro con la creación. En la visita podrá familiarizarse con el verdor de nuestro pueblo y disfrutar de un clima cálido. En la ruta que se les va a recomendar encontrarán diversos lugares en donde podrá degustar de la rica gastronomía cayeyana.
“El peregrinar podría comenzar en la comunidad de Pasto Viejo visitando la capilla de Ntra. Sra del Carmen en esta pueden meditar sobre la ultima cena de los discípulos. La segunda visita, la comunidad de Toíta, La Capilla Ntra. Sra. de la Merced en esta se invita a reflexionar sobre la visita de Jesús hasta la casa de Anas. En el caminar puede llegar hasta la comunidad de Buena Vista, La capilla San Ramón Nonato, La cuarta parada, Parroquia Ntra. Sra de la Asunción en esta se recuerda la condena y el dialogo de Jesús con Poncio Pilatos, donde se afirma que su condena se debe a que se declara rey. Quinta visita a la Capilla del Polvorín dedicada al Niño Jesús se recuerda la confrontación con el Rey Herodes y Jesús, donde el primero le pide que compruebe que es hijo de Dios.Sexta visita a la Parroquia Ntra. Sra, de la Merced en el barrio Montellano se conmemora la flagelación de Cristo y su coronación con espinas. Séptima visita, Capilla de Torito- Plata Pedro Armengol se reflexiona sobre todo el calvario por ser el espacio en donde se medita, ya que se espera la resurrección de este”, señala la historiadora cayeyana Aida Mendoza.
Por otro lado, en Cayey también de manifiesta el Teatro Religioso, como una de las diversas formas de acércanos al Creador. El teatro religioso nace con el objetivo de hacer más comprensibles las funciones litúrgicas y los oficios divinos de la Iglesia Católica. En su origen, el propósito era aprovechar la potencialidad de los recursos escénicos y dramáticos, muy rudimentarios, para transmitir el mensaje bíblico, cristiano y de los santos. Las primeras actividades teatrales en Puerto Rico tras la llegada de los españoles se remontan al siglo XVII. Algunos documentos evidencian la presentación de comedias y autos sacramentales durante la celebración del Corpus Christi y otras solemnidades de la Iglesia Católica.
Señala el alcalde Rolando Ortiz Velázquez que una de las tradiciones más atesoradas por los cayeyanos es la procesión del Viernes Santo, que se lleva realizando desde la fundación de la ciudad, aunque por los pasados 36 años ha estado a cargo de la Compañía Teatral Asunción, presidida por la actriz y escritora Laura Ortiz Bonilla, bajo la dirección artística de Javier Cabrera Ortiz. Durante estas décadas, miles de cayeyanos de todas las edades han sido partícipes de dicha presentación anual, ya sea como actores o espectadores del evento.
“En todo el mundo cristiano se conmemora este día con mucho recogimiento espiritual y se realizan presentaciones teatrales al aire libre, como en Sevilla, que son impresionantes. Particularmente en Puerto Rico, la costumbre es que las familias se reúnen y juntos van a las distintas actividades religiosas. En Cayey trabajamos la nuestra con mucho detalle y profesionalismo”, añadió Ortiz Velázquez.
La Primera Iglesia Bautista de Cayey también ha presentado varias obras de teatro para conmemorar la Semana Santa entre estas destacamos, La Ultima Cena y Barrabás. El teatro religioso nos une a la Solemnidad de la Semana Mayor. En Semana Santa es tradicional realizar caminatas o peregrinajes. En actitud solemne se realizar un gran camino, normalmente a pie, a un lugar santo de alguna religión, como señal de devoción hacia su fe, penitencia, o para pedir algún favor a la providencia.
En Cayey cientos de peregrinos también se acercan a la Gruta de Lourdes. En Cayey, por más de 60 años, los peregrinos separan el Viernes Santo para visitar la Gruta de la Virgen de Lourdes, que se ubica en la Carretera Estatal 15, kilómetro 15.5 del barrio Jájome Alto. “Allí hay uno de tantos manantiales de la montaña, de los que no se secan nunca y durante la Cuaresma, pero particularmente en Viernes Santo, en ocasiones de madrugada, la gente llega a pie, desde los barrios de Cayey, Guayama, hasta de San Juan y Ponce. Llegan solos o en grupos, calzados y descalzos, hasta llegar a la zona, que durante el resto del año se mantiene limpia y ordenada por los vecinos”, finalizó el Alcalde.