El Codex Sassoon, la Biblia hebrea casi completa más antigua, que data del año 900 EC, se vendió en Sotheby’s en Nueva York el miércoles por $ 38,1 millones, frustrando las esperanzas de que podría convertirse en el texto más valioso jamás vendido en una subasta.
Por qué es importante: los libros, incluso cuando son asombrosamente raros y de máxima importancia histórica y religiosa, nunca se venden por mucho más que, digamos, un Picasso mediano.
El día anterior, por ejemplo, Sotheby’s vendió una pintura al agua de tamaño mediano de Klimt por 53,2 millones de dólares, sin asomo de sorpresa y casi sin cobertura de prensa. El Klimt, a diferencia del libro, tiene poder de pared: se ve muy bien sobre un sofá.
El comprador del libro fue American Friends of ANU (Museo del Pueblo Judío en Tel Aviv), que planea donar el libro al museo.
“Era mi misión, darme cuenta de la importancia histórica de Codex Sassoon, ver que residiera en un lugar con acceso global para todas las personas”, dijo Alfred Moses, abogado y exembajador de Estados Unidos en Rumania que financió la compra.
Una copia de la Constitución de Estados Unidos, comprada el año pasado por el multimillonario Ken Griffin por 43,2 millones de dólares, todavía tiene el récord del texto más caro vendido en una subasta.