Por: Dr. Gustavo Morey y Dra. Silvia Nieves
Fisioterapeutas
Los síntomas de mareo, vértigo y desbalance parecen ser similares, pero no son iguales. Las personas describen comúnmente de manera confusa sus síntomas. Y aunque no necesariamente estén del todo erróneo, en muchas de las ocasiones el no poder describir correctamente lo que sienten puede contribuir a un retraso en la solución de estos síntomas.
Existen varias razones médicas para la presencia de mareo, vértigo y desbalance. Sin embargo, existe un gran porcentaje de casos donde la presencia de estos tres síntomas puede estar directamente relacionados a condiciones del sistema vestibular (oído interno).
El vértigo es la sensación de que el entorno gira, que todo da vueltas. Esto puede ser experimentado estando quieto o en movimiento. Por ejemplo, la persona se encuentra sentado en una silla, mientras observa que todo lo que le rodea está en movimiento. Por otro lado, la persona puede sentirse bien y al realizar un movimiento como acostarse, levantarse, voltearse en la cama, mirar hacia arriba o inclinarse a recoger algo en el suelo, experimenta la sensación de que todo su entorno gira. Usualmente, la sensación de giro puede durar segundos o pocos minutos. Sin embargo, puede darse el caso de que el paciente presente este síntoma por horas. Todo va a depender del origen de la condición que lo provoca.
El mareo es la sensación de aturdimiento o cabeza liviana que puede estar presente de manera constante, únicamente con algún cambio de posición del cuerpo o movimiento de cabeza o en momentos específicos como por ejemplo al viajar en cruceros, avión, autos, mayormente de pasajero, en carreteras con curvas, entre otros. La diferencia con el vértigo es que, en el mareo todo se refleja en la cabeza y la persona no necesariamente va a experimentar que su entorno de vueltas.
El desbalance se puede describir como inestabilidad del cuerpo, ya sea en posición estática (sin moverse) o mientras la persona se encuentra realizando alguna actividad como por ejemplo caminar. Si una persona siente la necesidad de caminar tocando las paredes, sosteniendo su mano con la de otra persona, tropieza frecuentemente o sufre de caídas frecuentes es posible que esté presentando problemas de balance.
Es importante considerar que para que el balance del cuerpo funcione correctamente el sistema vestibular (ubicado en el oído interno), el sistema somatosensorial (la sensación de nuestro cuerpo) y el sistema visual tienen que trabajar de forma adecuada y sincronizada. Estos tres sistemas componen el balance del cuerpo humano. A esto, se le añade la importancia de la función múscular, huesos, nervios, vasos sanguíneos y cerebelo.
Causas de estos trastornos
Aunque estos tres síntomas son parecidos y la persona puede presentar los tres al mismo tiempo, cada condición presenta síntomas diferentes y el tratamiento para poder solucionar cada uno de ellos también es diferente por lo que es importante conocer la diferencia y describirlos correctamente.
Algunos factores que pueden contribuir a la presencia de estos síntomas son:
-
condiciones vestibulares como el vértigo posicional paroxístico benigno (BPPV), neuritis vestibular el síndrome de Meniere.
-
golpes en la cabeza
-
condiciones cardiovasculares
-
condiciones neurológicas, ataques cerebrovasculares, enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple, neuropatía periferal, entre otras
-
diabetes e hipoglucemia
-
condiciones psicológicas
-
efectos secundarios de medicamentos
-
deficiencia de Vitamina D
Beneficios del tratamiento fisioterapéutico
La terapia física juega un rol fundamental dentro de la rehabilitación del sistema vestibular, ya que por medio de la evaluación se puede identificar complicaciones en este sistema, se establece un plan de tratamiento para mejorar la función de este, y por consiguiente, los síntomas de mareo, vértigo y desbalance pueden mejorar significativamente devolviéndole a la persona la función y calidad de vida que tanto desea.
Este plan de tratamiento puede consistir en técnicas de reposicionamiento para corregir el vértigo posicional, ejercicios de habituación para disminuir o eliminar síntomas de mareo, ejercicios de balance, tanto estático como en movimiento para disminuir el riesgo de caídas, ejercicios de fuerza muscular y control de postura, actividades funcionales con el propósito de lograr retornar al mejor nivel funcional posible, entre otros.
Otras recomendaciones son:
-
Visite a su médico y explíquele de manera clara los síntomas que ha estado experimentando. Es importante que siga las recomendaciones médicas en cuanto al manejo de condiciones existentes ya sea problemas cardiovasculares, dificultad para controlar los niveles de glucosa, condiciones neurológicas, entre otros.
-
Asegúrese de llevar a cabo un buen régimen de alimentación y estilo de vida activo como realizar alguna actividad física.
-
Consulte con su médico sobre la posibilidad de recibir una evaluación vestibular para confirmar o descartar complicaciones en el sistema del oído interno.