Para el Procurador del Ciudadano, Edwin García Feliciano, parece entronizarse la visión de sectores dentro de las tres Ramas de Gobierno, que parecen haberse rendido en la búsqueda de alternativas y soluciones prácticas a los problemas, mientras el pueblo espera todo lo contrario.
Dijo García Feliciano que, a través de los años, se ha ido estableciendo una amarga conformidad de que hay algunas leyes que son letra muerta y de que nada va a cambiar.
Como ejemplo, citó García Feliciano, que se reporte que la Administración de Tribunales no paga la renta por sus edificios ni la deuda acumulada de $85 millones; que no haya Amas de Llaves y escasos recursos para pagarlas, pero sí muchas actividades festivas; que haya adultos mayores abandonados a su suerte en los hospitales; que convenios colectivos que se negocian, en un par de días no se cumplen; y que no haya suficiente mano de obra o gente que quiera trabajar.
“Si los que tienen la obligación de hacer cumplir las leyes, no las cumplen, si los acuerdos laborales no se honran, si hay que amenazar con cárcel a los hijos para que cuiden de sus padres, y si ya trabajar no es una opción de proveer sustento, es el reflejo del deterioro y la fatiga colectiva que vive Puerto Rico”, denunció el Ombudsman.
A su juicio, hay sectores que miran con frustración el que no se establezcan prioridades y soluciones concretas, que atiendan prácticamente la falta de servicios médicos, el deterioro en la educación y una infraestructura frágil que urge ser atendida.
“Estamos viviendo la fragmentación de esfuerzos. Se ensayan soluciones sin los recursos para llegar a resultados. Se piensa que es otro el responsable y no asumimos como ciudadanos, el deber que nos corresponde. Esto es un problema que atenta contra nuestra existencia y que no estamos atendiendo”, aseveró con vehemencia.
Afirmó que le resulta increíble que una sociedad fundamentada en la caridad cristiana, en el valor de la familia, el respeto a los padres, en la protección a los hijos y en el fruto del trabajo y la honradez, se llegue a soslayar la trata humana, a callar ante los crímenes contra la mujer y la niñez, así como a abandonar los cuerpos de familiares y seres queridos, en el Instituto de Ciencias Forenses.
“La insatisfacción colectiva ha llevado a salidas de escape como al conformismo, a que se ignore denunciar la violencia en el hogar y a relegar las necesidades de cada quien para que cada cual, las resuelva a su antojo”, acotó García Feliciano.
Insistió el Procurador que resulta evidente reformular las prioridades públicas, diseñar estrategias afines entre las tresramas de gobierno para atacar los problemas.
Igualmente, definir un rumbo de acción social colectiva donde participen todos los sectores, y después, ponerlas en práctica con el apoyo de todas las partes. Las prioridades y las alternativas para atenderlas tienen que estar enmarcadas en el trabajo, el ahorro, la capacitación financiera y todo aquello que propenda a que el que enfrente alguna situación, pueda tener los recursos económicos para enfrentarla, sin tener que depender, totalmente, de alguna transferencia, incentivo o ayuda estatal o federal.
“Es urgente que participemos todos y que tengamos la unidad de propósitos para encaminar las soluciones productivas. Pero el apoyo de todos los sectores para su éxito resulta indispensable”, demandó el Procurador.