EL CAPITOLIO-Como ardiente defensora de la Universidad de Puerto Rico (UPR) y del sistema de Retiro que cobija a todo el personal de la institución, la representante Lourdes Ramos agradeció que el Senado aprobara el P de la C 2002 de su autoría junto con el representante Pichy Torres Zamora, que garantiza un fondo irrestricto de operación a la universidad por $500 millones.
Según la medida de Ramos y Torres Zamora, la legislación contempla una asignación recurrente por cinco años para gastos fijos operacionales, que la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) pretendía confundir con otras asignaciones bajo custodia de la UPR, pero que se distribuyen entre organizaciones sin fines de lucro.
“La Junta pretendía controlar el uso de la asignación legislativa y redirigirla hacia otros parámetros, menoscabando la estabilidad fiscal de nuestro principal centro académico. Legislamos para atajar estas maniobras y hoy el Senado le dio un espaldarazo a nuestros esfuerzos”, puntualizó Ramos.
La líder estadista explicó que la asignación estará vigente hasta el 2027. De esta manera se le brinda continuidad al desarrollo de ofrecimientos académicos para una nueva generación de líderes puertorriqueños.
Según se informó, el proyecto de los legisladores Ramos y Torres Zamora, recibió un Informe Positivo Conjunto de las comisiones de Hacienda, Asuntos Federales y Junta de Control Fiscal; y de Educación, Turismo y Cultura.
La propuesta de los representantes novoprogresistas, el P de la C 2002, aprobada por el Senado, busca enmendar el Artículo 105 de la Ley 21 de 2021, conocida como la Ley para Ponerle Fin a la Quiebra de Puerto Rico. Esta ley incluye asegurar un presupuesto mínimo de $500 millones por cinco años para la UPR.
No obstante, denunció Ramos, la Junta intentaba adscribirlos como parte de los fondos de resoluciones conjuntas o proyectos especiales para entidades o servicios. Esto ocasionaba que la universidad nunca recibiera la asignación total de $500 millones, según fue la clara intención legislativa de los representantes del PNP.
Ahora, se le cerró a la Junta la maniobra de interpretar de manera acomodaticia, la totalidad de los fondos que se asignaron de manera irrestricta, para el mejoramiento de la experiencia y el ambiente estudiantil, como garantizar los recursos para mantener los programas acreditados.
“Nunca pensé que habría que defender con uñas y dientes al único instrumento que tiene el Estado, de cultivar el talento de la juventud, que llevará el peso de la reconstrucción y el progreso de Puerto Rico tras la quiebra. La Junta se ha ensañado con la UPR pero se encontró con una muralla en la Legislatura”, afirmó Lourdes Ramos.