Quebradillas, PR – La reciente remoción del busto del legendario baloncelista José “Teique” Linares ha generado un profundo diálogo sobre la preservación de nuestro arte y cultura.
Esta obra, creada por el artesano local Isaac Laboy Moctezuma, fue retirada durante las renovaciones del Paseo José E. “Teique” Linares, que lleva el apellido del mismo Linares en su honor. El busto fue dejado al aire libre, bajo la lluvia y el sereno, lo que plantea serias preocupaciones sobre el cuidado de nuestras piezas históricas.
La comunidad de Quebradillas, junto con sus líderes, ha sido testigo de la eliminación no solo de este significativo monumento, sino también de los árboles que brindaban sombra y frescura al área, sustituidos por palmas que no cumplen con esas funciones esenciales.
En respuesta, la Liga Ecológica Quebradillana, con su vicepresidente Ramses Ocasio Jiménez, trató activamente de detener la deforestación y presentó un plan de reforestación con árboles nativos, el cual fue recomendado posteriormente a la deforestación.
Lamentablemente, la administración actual no tomó en cuenta esta iniciativa, una señal preocupante de la desconexión con las verdaderas necesidades del pueblo.
Además, varios miembros de la comunidad se acercaron a la alcaldía y llamaron para obtener más información sobre la remoción del busto. Sin embargo, se les negó la información, alegando que era “privada”, cuando en realidad, al tratarse de una obra pública, esta información debería estar disponible para todos los ciudadanos. Este tipo de
prácticas genera aún más dudas sobre la transparencia de las acciones de la administración.
Un caso similar se menciona en el artículo de El Vocero, donde se destaca la falta de mantenimiento en otros proyectos de arte público en Puerto Rico,
como “Mosaico 2112,” una obra de 55,000 pies cuadrados en la Avenida Baldorioty, removida por el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP) bajo la excusa de deterioro y peligrosidad.
Esta negligencia atenta contra el compromiso público
de proteger y mantener obras financiadas con fondos gubernamentales. Según la Ley 183 de Patrimonio Histórico de Puerto Rico, las obras de arte público forman parte del patrimonio del país y su destrucción o deterioro sin el debido proceso podría considerarse
una violación de dicha ley.
Este no es un simple incidente de renovación urbana; es un ejemplo de cómo las decisiones que afectan a la historia, cultura y naturaleza de Quebradillas deben ser tratadas con la sensibilidad y consideración que merecen. La familia Linares, junto con la comunidad, merece respuestas y acciones que rectifiquen la situación.
Wanda Linares, en representación de la Familia Linares-Hernández, expresó su dolor en una carta enviada al alcalde de Quebradillas, donde detalló la frustración de la familia al ver cómo la obra fue removida sin cuidado, ni consulta al artista Isaac Laboy Moctezuma. En su carta, Linares también destacó que la remoción del busto fue realizada
sin supervisión adecuada, y la falta de respeto a la memoria de su padre ha dejado una huella profunda en su familia. “Este acto fue una falta de respeto no solo hacia mi padre, sino también hacia la comunidad y el artista que dedicó su talento a inmortalizar su legado,” mencionó Wanda Linares en su carta. La familia Linares solicita públicamente que se tomen medidas para restaurar la obra y que la administración asuma su responsabilidad.
El artista Isaac Laboy Moctezuma también expresó su indignación ante los hechos:
“Los que removieron el monumento a T. Linares en Quebradillas causaron daños al busto y al pedestal. Torpeza y falta de respeto. Pagarán su ofensa a la cultura pirata”.
