Aunque la mayoría de los resfriados en los niños no causan complicaciones graves, pueden causar estrés y preocupación en los padres y cuidadores. Es natural que quiera dar a su hijo un medicamento para tratar el resfriado. Pero la mayoría de los niños mejoran por sí solos, y los medicamentos para la tos o el resfriado no cambian el curso natural de un resfriado ni lo hacen desaparecer más rápido.
Además, algunos medicamentos para la tos y el resfriado pueden tener efectos secundarios graves, como la respiración lenta, que pueden poner en peligro la vida, sobre todo en los bebés y los niños pequeños. Por esto, es importante saber cuándo su hijo necesita medicamentos (en inglés), qué tratamientos se recomiendan y cuándo prescindir de ellos.
Estos días, los síntomas del resfriado y la tos pueden ser especialmente preocupantes, porque podrían ser síntomas del COVID-19, la gripe u otra enfermedad potencialmente grave. Si le preocupa el COVID-19, hable con el proveedor de atención médica de su hijo.
Formas de tratar los resfriados en bebés y niños
La tos es un síntoma normal del resfriado y ayuda al cuerpo a eliminar la mucosidad de las vías respiratorias y a proteger los pulmones. Los tratamientos no farmacológicos para la tos incluyen beber mucho líquido, especialmente bebidas calientes para aliviar la garganta.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés) ofrece estos consejos para aliviar los síntomas de la tos y el resfriado en bebés y niños:
Un humidificador de vapor frío facilita la respiración al disminuir la congestión de las fosas nasales. No utilice humidificadores de vapor caliente porque pueden hacer que los conductos nasales se hinchen y se dificulte la respiración.
Las gotas nasales o los aerosoles de solución salina mantienen los conductos nasales húmedos y ayudan a evitar la congestión.
La aspiración nasal con una jeringa de pera o un producto similar, con o sin gotas nasales de solución salina, funciona muy bien en niños menores de un año. También se puede utilizar en niños mayores, pero éstos suelen resistirse a las jeringas de pera.
El acetaminofeno o el ibuprofeno pueden utilizarse para reducir la fiebre, las molestias y el dolor. Lea atentamente y siga las instrucciones del producto que figuran en la etiqueta de información sobre el medicamento o hable con su farmacéutico o proveedor de atención médica sobre la dosis.
Anime a los niños a beber mucho líquido para que se mantengan hidratados.
Cómo dar a los niños medicamentos para la tos y el resfriado
Existen medicamentos de venta libre (OTC, por sus siglas en inglés). La FDA no recomienda los medicamentos de venta libre para los síntomas de la tos y el resfriado en los niños menores de 2 años porque podrían causar efectos secundarios graves y potencialmente mortales. Los fabricantes etiquetan voluntariamente estos productos para la tos y el resfriado indicando: “No utilice en niños menores de 4 años”.
Muchos productos de venta libre para la tos y el resfriado contienen muchos ingredientes que pueden provocar una sobredosis accidental. Para saber qué ingredientes activos contiene un producto, lea la etiqueta de información sobre el medicamento (en inglés).
Los productos de venta libre para la tos y el resfriado pueden ser perjudiciales para los niños si:
-
Toman más de la dosis recomendada o toman el medicamento con demasiada frecuencia.
-
Toman más de un producto que contenga el mismo medicamento. Por ejemplo, si toman al mismo tiempo un analgésico que contenga acetaminofeno y un medicamento para la tos y el resfriado que contenga acetaminofeno.
¿Cómo puede estar seguro de administrar la dosis correcta? La FDA anima a los fabricantes de medicamentos a proporcionar un instrumento de dosificación, como una jeringa o un vasito, marcado con las medidas correctas. Utilícelos y no las cucharas domésticas o los instrumentos de otros medicamentos para medir el medicamento.
No les dé a los niños medicamentos que estén envasados y fabricados para adultos, porque los medicamentos para adultos pueden provocar una sobredosis en un niño.
No hay productos homeopáticos aprobados por la FDA
Es posible que vea otros medicamentos para la tos y el resfriado en su farmacia y en Internet que se comercializan para los niños como homeopáticos (en inglés). Es importante tener en cuenta que estos productos homeopáticos son medicamentos porque están destinados a tratar o mitigar los resfriados, aunque algunos de estos productos puedan parecer suplementos dietéticos.
Los productos homeopáticos suelen estar etiquetados como productos que contienen cantidades muy pequeñas de sustancias muy diluidas, incluyendo ingredientes de origen vegetal, animal o humano, bacterias, minerales y productos químicos. La FDA ha descubierto que algunos de estos productos contienen ingredientes activos de medicamentos en niveles que superan por mucho la cantidad indicada en la etiqueta del producto, y podrían causar un daño significativo a los niños.
No hay productos homeopáticos aprobados por la FDA, y los productos homeopáticos que se venden en los EE. UU. no han cumplido los requisitos de seguridad y eficacia de la FDA. La FDA no tiene conocimiento de ningún beneficio probado de estos productos e insta a no dar medicamentos homeopáticos para la tos y el resfriado a niños menores de 4 años.
En ciertos casos, los niños menores de 4 años que tomaron estos productos experimentaron efectos secundarios graves, algunos de los cuales requirieron hospitalización, incluyendo:
-
Convulsiones, reacciones alérgicas y dificultad para respirar.
-
Niveles bajos de potasio y azúcar en la sangre, que pueden provocar dolor de cabeza, irritabilidad, somnolencia y debilidad.
Estos efectos secundarios graves se produjeron poco después de que los niños tomaron un producto homeopático para la tos y el resfriado; sin embargo, no siempre es posible saber si un efecto secundario notificado fue causado por un medicamento.
Cuándo llamar al médico
No todos los resfriados o tipos de tos requieren una visita a la consulta del médico. En caso de duda, llame al proveedor de atención médica.
Algunos síntomas pueden indicar que su hijo puede tener algo más grave que un resfriado. Para todos los niños, llame al médico si observa alguno de estos síntomas:
-
Fiebre de 100.4 grados Fahrenheit o superior en un bebé de 2 meses o menos.
-
A Fiebre de 102 grados Fahrenheit o superior en niños de cualquier edad.
-
Labios azules.
-
Respiración dificultosa, incluyendo el ensanchamiento de las fosas nasales con cada respiración; sibilancias, respiración rápida, las costillas se muestran con cada respiración o falta de aire.
-
Dolor de cabeza intenso.
-
No comer ni beber, con signos de deshidratación (como la disminución de orina).
-
Irritabilidad o somnolencia excesiva.
-
Dolor de oído persistente.
-
Si el niño empeora.