Confinados exigen mejor alimentación y cancelación de contrato a Trinity Services

 

Aunque por ley, el Estado tiene obligación de defender los derechos de los confinados, llevan más de 10 años incumpliendo con su responsabilidad, propiciando un patrón de abusos contra los que miles que habitamos las instituciones penales. 

 

Por más de una década, hemos tenido que someternos y sufrir en carne propia las pésimas confecciones de alimentos que nos ha brindado la compañía Trinity, poniendo en peligro la salud de todos los confinados de Puerto Rico. Esto, sin contar las rupturas familiares que ha creado dicha compañía en este mundo carcelario, estableciendo como norma, en conjunto con otros “eruditos”, que “estar flaco es sinónimo de adicción”. 

 

Los confinados hemos alzado nuestra voz con cientos de denuncias mediante cartas, comunicados de prensa, radicación de Remedios Administrativos y demás recursos diplomáticos de manera formal. Hasta hemos recurrido a huelgas de hambre para hacer un llamado de atención, pero al gobierno parece no importarle nuestros reclamos y han preferido seguir pagando millones de dólares a Trinity por el servicio de comidas expiradas y mal confeccionadas, así como la pobre calidad de las bebidas: jugos aguados y calientes y el café frío. 

No es coincidencia que miles de confinados han tenido que acudir al área médica por los múltiples nacidos en la piel, otras infecciones y problemas de salud, lo cual consta en nuestros expedientes médicos en todas las cárceles del país. 

 

Como si fuera poco, Trinity violenta los derechos de los confinados al no preparar las dietas médicas especiales. Tampoco dan mantenimiento apropiado a las bandejas, termos, cucharas de servir y las boilas donde se confeccionan los alimentos, etc. 

 

Aunque el Departamento de Corrección y Rehabilitación lleva tres (3) años tratando de resolver el problema de alimentación en las instituciones penales y adjudicó una subasta a la compañía CAROLINA CATERING, la empresa TRINITY SERVICE continúa atrasando el proceso radicando apelaciones en el Tribunal de Primera Instancia, el Tribunal Apelativo y el Tribunal Supremo. Todas las ha perdido. De hecho, con un NO HA LUGAR el Tribunal Supremo de Puerto Rico rechazó el último intento de la compañía Trinity Services de bloquear la adjudicación de una subasta del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR) para la elaboración de alimentos, remodelar áreas de cocina y operar las comisarias en las cárceles a favor la empresa Carolina Catering de Puerto Rico. 

Nos hemos enterado por los diferentes medios Informativos que, la compañía TRINITY SERVICE continúa haciendo todo lo posible por mantenerse dentro de Corrección, no tan solo poniendo en dudas la determinación de los tres foros judiciales, sino también ha utilizando la premeditación continua para violentar el Mandato Constitucional y el Derecho que tenemos todos los confinados de recibir una alimentación digna que cumpla con los estándares que por Mandato, el Estado está obligado a seguir junto con el Departamento de Corrección y Rehabilitación. Este servicio no es gratis, y la prensa debe entender que aunque somos confinados, esta empresa se está robando millones de dólares anuales en la medida que no cumple con el servicio de calidad para el cual fue contratado. 

 

TRINITY SERVICE se ha empeñado en no soltar su lucrativo negocio de alimentación, apodado tras bastidores por dicha empresa como su “gallina de los huevos de oro”, en un claro menosprecio a la población que atiende de manera mediocre y mal intencionada. ¿Como continúa poniendo en práctica su premeditación dañina dicha compañía? Sencillo, presionando de manera psicológica a los altos funcionarios del DCR para que continúe dándole el tiempo que ellos necesitan para continuar brindando su comida expirada y mal confeccionada a nosotros los confinados. 

 

Dado a todo lo antes planteado, solicitamos de manera respetuosa y formal al DEPARTAMENTO DE CORRECCIÓN Y REHABILITACIÓN, que nos consta tienen el criterio en sus manos de sacar de una vez y por todas a la compañía TRINITY SERVICE, y ordenar que la compañía CAROLINA CATERING entre en función para brindar un servicio digno de alimentación al pueblo confinado, servicio el cual hoy día nos niega TRINITY SERVICE.

 

Este reclamo precede a lo que sería una “huelga de hambre indefinida” en todas las cárceles de Puerto Rico, en plenas Navidades, con el fin de sacar el asqueroso negocio lucrativo que ha tenido la compañía TRINITY SERVICE en contra de todos nosotros, el “Pueblo Confinado”.

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