El concierto Grandes Clásicos con Maestro Figueroa será este sábado, 9 de abril, a las 7:00pm en la Sala Sinfónica Pablo Casals
La Orquesta Sinfónica de Puerto Rico (OSPR) presentará un concierto de grandes clásicos junto al reconocido director de orquestas y violinista puertorriqueño Guillermo Figueroa.
El concierto titulado Grandes Clásicos con Maestro Figueroa será este sábado, 9 de abril, a las 7:00pm en la Sala Sinfónica Pablo Casals del Centro de Bellas Artes de Santurce (CBA). El maestro Figueroa, quien fue director titular de la OSPR, fungirá como director invitado y violinista solista.
El repertorio incluirá la pieza Ínsula tropical, concierto para violín y cuerdas del compositor Ernesto Cordero; la Sinfonía núm. 9 en mi bemol mayor, op. 70 de Dimitri Shostakovich; el Preludio a la siesta de un fauno de Claude Debussy y la pieza Las alegres travesuras de Till Eulenspiegel, op. 28 de Richard Strauss.
Ínsula Tropical es un concierto ‘combinado’, formado por movimientos de dos diferentes conciertos por el Maestro Cordero, Concertino Tropical (1998) e Ínsula, Suite Concertante (2007). Tras una sugerencia de Guillermo Figueroa, a quien la Ínsula original fue dedicada, el compositor aprobó la fusión de ambas piezas. Ínsula Tropical combina el primer y ultimo movimiento de Concertino Tropical con los dos movimientos centrales de Ínsula, Suite Concertante, al igual que mezcla los nombres de ambas composiciones.
Este concierto se inspira en varios aspectos culturales y naturales de Puerto Rico, como los paisajes, arboles, pájaros, y la vasta fusión cultural que existe entre influencias hispanas, africanas y nativas en la Isla. Además de dirigir el concierto completo, Figueroa también será violinista solista en esta pieza.
La Sinfonía núm. 9 es a veces llamada la sinfonía clásica de Shostakovich por su brevedad, forma y frecuente carácter de cámara. El clasicismo es evidente en el primer movimiento, que sigue la forma de sonata del siglo XVIII hasta la repetición de la exposición. Sin embargo, el estado de ánimo del segundo movimiento es más oscuro y melancólico.
“Los últimos tres movimientos se interpretan sin pausa. El Scherzo comienza fugaz y se vuelve completamente intenso cuando los metales se afirman, pero en lugar de llegar a un clímax, pierde impulso y comienza a descender la intensidad.
El preludio de la Tarde de un Fauno, inspirado en un poema del escritor francés Stéphane Mallarmé, es un gran logro tímbrico. Debussy utiliza una orquesta relativamente pequeña para los estándares de finales del siglo XIX. Los crótalos son la única percusión presente con moderación.
Los únicos metales son cuatro trompas, mientras que la sección de vientos incluye una tercera flauta y un corno inglés. Además, la pieza tiene presencia de dos arpas, y pide una serie de matices sutiles de las cuerdas, incluyendo sordinas, y tocando sul tasto en el diapasón y técnicas de pizzicato.